De acuerdo con la psicóloga de la universidad de Harvard, es posible potencializar la autoconfianza, simplemente con repetir varias frases al día. La autoconfianza, así como indica su nombre, es el concepto que hace referencia a la confianza en uno mismo, y la capacidad de enfrentar las dificultades y los obstáculos que se presentan en el camino, con resiliencia; así como también ayuda a poder tomar decisiones y lograr los objetivos deseados.
De igual manera, autoconfianza es tener seguridad de las capacidades y habilidades que se tienen. Para lograr tener un excelente nivel de autoconfianza, es primordial tener una actitud positiva y optimista respecto a uno mismo.
Según indica Sira Robert -periodista especializada en salud y ciencia- “las personas son emocionalmente seguras, gestionan mejor los conflictos y no tienen problemas para mostrarse vulnerables con los demás, dado que no buscan la aprobación externa”.
Lo anterior hace que se puedan enfrentar los desafíos diarios, con mayor determinación y valentía, sin llegar a sentir inseguridad. La confianza en sí mismo, es un atributo psicológico crucial que influye en la forma en que las personas se relacionan con el mundo y cómo afrontan las adversidades.
Expertos afirman que la autoconfianza se puede desarrollar y fortalecer a través del tiempo, con experiencia, educación, disciplina y crecimiento personal. Cuando las personas confían en sí mismas, están más dispuestas a asumir riesgos, persistir en la consecución de sus objetivos.
Existe una técnica sencilla que ayuda a potencializar la autoconfianza, y por ende, mejorar la perspectiva que se tiene de cada uno. La psicóloga Cortney S. Warren, de la universidad de Harvard, demostró en un estudio, que las personas que muestran seguridad emocional verbalizan a diario 9 frases, que les brindan la seguridad necesaria para enfrentar el día a día.
“No me siento cómodo con eso.”
Otra indudable característica de las personas estables emocionalmente, es comunicar con respeto y con veracidad lo que están pensando y lo que sienten en su corazón. Si alguien los insulta o no los trata como se debe, lo comunican.
El hecho de decir: “No me gusta que me trates así”, “Si me tratas así, voy a alejarme de ti porque esto no es saludable para mí”, cuando alguien sobrepasó los límites, o faltó al respeto, hace que se exprese lo que se vivencia, de una manera afable, modesta y respetuosa.
“Trabajaré en ello.”
Las personas con autoconfianza, se caracterizan por la búsqueda constante de la autorrealización y la mejora continua. Las veces en las que, quienes los rodean, les sugieren cambiar algo de su personalidad -en vez de tomarlo como crítica, cambian su perspectiva- lo toman como una oportunidad perfecta para crecer y fortalecer sus relaciones interpersonales.
Son capaces de esforzarse para lograr cambios significativos en sus vidas que los impulsen a lograr sus metas y objetivos. Además, tienen la destreza de manejar adecuadamente sus emociones y sentimientos.
“Permíteme pensar en eso antes de responder.”
Una característica de las personas emocionalmente seguras, es pensar siempre, antes de responder; todo para evitar insultos y reacciones poco convenientes que provoquen terribles resultados. Algo que, sin duda, aligerará los momentos de tensión, es dar una respuesta amable ante una situación poco agradable.
En caso de que alguien dirija un comentario negativo, lo mejor es tomarse el tiempo de elaborar una respuesta adecuada para el asunto; y así, evitar una respuesta impulsiva que se lamente después. Decir “Ahora mismo no quiero decir algo que podría lamentar más tarde. ¿Podemos retomar esta conversación mañana?”, resulta una buena opción, ante algo que genere disgusto. Lo ideal es ser lo más sincero posible y decir que no se tiene una respuesta en el momento.
“No.”
Algo que las personas emocionalmente estables aplican bastante en sus vidas, es establecer límites claros en sus relaciones interpersonales, y en su vida en general. No tienen miedo de defender sus principios éticos y morales, y sus deseos.
Por lo general, cuando les piden un favor o les sugieren hacer algo que no les agrada, sencillamente dicen un No contundente, sin necesidad de dar explicaciones en algunas ocasiones. En dado caso que el decir No, sea la opción más viable, decir “Lo siento, ahora mismo no puedo ayudarte con esto” o “Gracias por tenerme en cuenta, pero ahora mismo no me apetece hacerlo”, contribuirá a enfrentar el miedo de rechazar una propuesta o un favor.
“Así soy yo, y estoy orgulloso de ello”
Esta frase es excelente para aquellas ocasiones en que los demás generan duda e inseguridad en la persona involucrada, sobre lo que se supone que debe ser y cómo debe actuar. Otra frase similar, que se puede emplear en la misma situación, es: “Lo que ves es lo que obtienes.” O “Puede que no te guste esto de mí, pero yo estoy bien con ello.” Sin duda, esto hará que las personas de alrededor valoren a esa persona, y la respeten.