Los nutricionistas y personal de salud dedicado al cuidado de las dietas saludables que las personas deberían seguir, indicaron que se debe tener en la lista unas infaltables frutas que ayudan al adecuado funcionamiento del sistema digestivo.
Estos alimentos, según el Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Digestivas y Renales, son importantes tenerlos en cuenta, debido a que cuando se consumen beneficia al organismo porque este se encarga de dividirlo tanto para el crecimiento, reparación celular y le brinda energía al cuerpo.
Por ejemplo, desde la Organización Mundial de la Salud (OMS) han resaltado que la fruta se debe consumir diariamente y su consumo puede ayudar a la prevención de enfermedades importantes como algunos tipos de cáncer, o las enfermedades cardiovasculares.
Las principales frutas con las ciruelas, papaya, piña, pera, manzanas, kiwi y plátanos, estas frutas se han caracterizado porque son ricas en vitaminas, minerales y fibra soluble, además, los expertos resaltan que estas son digeribles y ricas en componentes que ayudan a estimular la digestión.
La forma en la que se deben consumir, en especial, como un jugo natural o cortada y servida en un plato mezclado con algunos frutos secos como las nueces.
Estos alimentos, además de consumirlos iniciando el día o en la media mañana, se pueden utilizar para los almuerzos.
Estas recetas se pueden utilizar para las ensaladas, lo cual le da la parte fresca al plato fuerte. Por ejemplo, la piña, manzana, papaya y kiwi, son unos aliados perfectos con las verduras como el tomate, aceitunas, zanahoria, lechuga y las espinacas.
Estos son los beneficios que traen algunas de estas frutas:
Kiwi
El kiwi proporciona una amplia gama de beneficios para la salud gracias a su perfil nutricional. Es una excelente fuente de vitamina C, esencial para fortalecer el sistema inmunológico, mejorar la salud de la piel y estimular la producción de colágeno.
Las mujeres embarazadas encontrarán en el kiwi un aliado invaluable debido a su alto contenido de ácido fólico. Este nutriente es esencial para prevenir defectos en el desarrollo del tubo neural del feto y es fundamental para su crecimiento cerebral y cognitivo. Además, las vitaminas C, E y K, así como los flavonoides presentes en la fruta, promueven la salud tanto del feto como de la madre.
Papaya
La papaína presente en la papaya es un eficaz agente digestivo gracias a su capacidad para acelerar la conversión de las proteínas de la dieta en aminoácidos.
Es por esta razón que puede resultar útil en la gestión de la acidez estomacal. Además, es importante destacar que la papaya contiene fibra soluble, lo que la convierte en un regulador intestinal que contribuye a la regularidad en casos de estreñimiento y diarrea.
La papaya desempeña también un papel crucial en la inhibición de la histamina. Al bloquear los receptores de histamina, se reduce la producción de ácido gástrico, lo que, en combinación con la acción de las enzimas en la digestión, genera una sinergia beneficiosa para la salud intestinal.
Manzana
La manzana, en particular, se destaca por sus propiedades y beneficios para el sistema digestivo, gracias a la presencia de pectina, una sustancia con la capacidad de reducir la inflamación de la mucosa digestiva.
Es importante resaltar que el consumo de esta fruta favorece la salud de la flora intestinal al prevenir el crecimiento de bacterias que podrían resultar perjudiciales para el sistema digestivo.
Además, la elevada cantidad de fibra que contiene la manzana la convierte en una opción ideal para las personas que padecen estreñimiento debido a un colon perezoso, ya que contribuye a un proceso de evacuación más eficiente.
Piña
En el sitio web Mejor con Salud, se resaltan los beneficios nutricionales de la piña, porque esta fruta constituye una fuente significativa de fibra dietética, vitaminas y minerales que contribuyen a mejorar funciones esenciales para la salud física y mental.
Además, su inclusión en la dieta puede reducir el riesgo de desarrollar trastornos tiroideos, incluyendo tanto el hipotiroidismo como el hipertiroidismo.