El consumo de frutas y verduras hace parte de las pautas de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para una dieta sana. Según destaca la OMS en su sitio web, una dieta saludable ayuda a que el ser humano se proteja de la malnutrición en todas sus formas, así como de las enfermedades no transmisibles, entre ellas la diabetes, las cardiopatías, los accidentes cerebrovasculares y el cáncer.
Una investigación publicada en la revista Circulation de la Asociación Americana del Corazón revela que los participantes que consumían al día cinco porciones de frutas y verduras tenían un 12 % menos de riesgo de padecer muerte por enfermedades cardiovasculares, incluidas las cardíacas y los accidentes cerebrovasculares.
Las verduras que mostraron mayores beneficios fueron la espinaca, la lechuga y la col rizada, así como aquellas ricas en betacaroteno y vitamina C, como los cítricos, las bayas y las zanahorias. El brócoli, según la Fundación Española del Corazón, es otra de las verduras favorables para la salud del corazón gracias a que contiene ácido fólico, zinc, hierro, calcio, vitamina K y antioxidantes, lo que le permite ayudar a reducir el riesgo de accidentes vasculares.
Los resultados de la investigación publicada en la Revista Europea de Epidemiología indican que el consumo de una taza de estos vegetales todos los días tiene relación con una presión arterial más baja y un riesgo reducido de enfermedad cardíaca.
De acuerdo con los expertos, la mayoría de las verduras de hoja verde tienen muchos nutrientes, vitaminas, minerales y antioxidantes, por lo que son excelentes para incluir en la dieta diaria.
La vitamina que ayuda a evitar infarto y dolencias del corazón
Un estudio clínico reciente ha arrojado resultados prometedores sobre los efectos de la suplementación con vitamina D en la prevención de eventos cardiovasculares importantes, como el infarto de miocardio y la revascularización coronaria, en personas mayores de 60 años.
La investigación, dirigida por el Instituto de Investigación Médica QIMR Berghofe, contó con la participación de 21,315 australianos, todos ellos en el grupo de edad con mayor riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares. Durante cinco años, a los participantes se les suministró un placebo o pastillas de vitamina D en dosis mensuales.
Los resultados mostraron que los participantes que recibieron suplementos de dicha vitamina experimentaron un 9% menos de eventos cardiovasculares importantes en comparación con aquellos que tomaron placebo. Específicamente, la tasa de ataque cardíaco fue un 19% más baja y la tasa de revascularización coronaria fue un 11% menor en el grupo de vitamina D.
Aunque los efectos observados fueron relativamente pequeños, los investigadores resaltan la importancia de estudiar más a fondo estos resultados, dado que esta vitamina se asocia con otros beneficios para la salud, como un sistema inmunológico más fuerte y huesos más robustos.
Recomendaciones para el cuidado del corazón
No al sedentarismo
Realizar actividad física a diario es determinante, pues si una persona no se ejercita corre el riesgo de enfrentar patologías como la hipertensión o la diabetes, además del aumento de los niveles de colesterol o el sobrepeso. Para evitarlo, la recomendación es practicar, como mínimo, 150 minutos semanales de actividad física aeróbica de intensidad moderada o 75 minutos de intensa.
Mantener un peso saludable
Tener sobrepeso, especialmente en la cintura, aumenta el riesgo de padecer enfermedades cardíacas. El índice de masa corporal utiliza la estatura y el peso para determinar si una persona tiene sobrepeso o es obesa. Un índice de masa corporal de 25 o más se considera sobrepeso y, generalmente, está asociado con un colesterol y presión arterial más alta y un mayor riesgo de enfrentar accidentes cerebrovasculares.
Bajarle al estrés
La Guía Europea de Prevención Cardiovascular señala el estrés como un factor de riesgo porque cuando una persona lo padece somete al organismo a tensiones que afectan la salud cardíaca. Adicionalmente, es posible que el estrés y la ansiedad generen cambios en los hábitos de vida recurriendo a algunos menos saludables, dicen los especialistas de la Fundación Española del Corazón.
Dormir bien
Un estudio publicado en la revista médica European Journal of Preventive Cardiology concluye que aquellas personas que, además de tener buenas prácticas, duermen un mínimo de siete horas al día, reducen hasta en un 65 % la posibilidad de sufrir de enfermedades cardiovasculares.
Los expertos aseguran que a medida que la persona envejece se debe practicar chequeos médicos con regularidad con el objetivo de mantener bajo control los niveles de colesterol, presión arterial y de azúcar en la sangre, pues son afecciones que están muy relacionadas con la salud del corazón.