Para los trabajadores con disminución auditiva, el desarrollo de sus actividades se hace más complejo, y esto podría reflejarse en un menor rendimiento y productividad. “Aunque las empresas deben suministrar los elementos de protección personal a cada trabajador de acuerdo a la resolución 963 de 2008, es clave el autocuidado e importancia que se le debe dar a la salud auditiva, ya que es responsabilidad única de cada trabajador, por tal razón, se debe empezar a trabajar cada vez más en la prevención y promoción del cuidado de la salud auditiva dentro de las compañías”, señala Lorena Romero, audióloga y coordinadora de calidad y formación de GAES compañía multinacional del sector de la corrección auditiva.
De acuerdo con el Ministerio de Salud y Protección Social, más de 182.000 personas afirman tener dificultades para realizar sus actividades diarias debido a su pérdida auditiva y con corte al año 2020, según el Ministerio de Trabajo, el 39,5 % de las personas que ocuparon una plaza de trabajo, tienen disminución de la capacidad auditiva.
Bajo el contexto laboral, y en el marco del día internacional del trabajo que se conmemoró al inicio de esta semana, Romero menciona cuáles son las profesiones más expuestas a tener disminución auditiva, para que pueda tener en cuenta y mejorar su calidad de vida. “Existen diferentes profesiones que debido a la naturaleza de su qué hacer diario se enfrentan a intensidades de ruido superiores a los 85 db, similar al sonido de un cortacésped, las cuales son perjudiciales para nuestra salud auditiva”.
Estos son algunos ejemplos de estas profesiones de menor a mayor grado de afección a las que la especialista se refiere:
- Estilistas.
- Docentes.
- Repartidores motorizados.
- Jardineros.
- Músicos.
- Dj.
- Carpinteros.
- Mineros.
- Obreros de construcción.
- Conductores.
- Aviadores.
- Personal aeroportuario en tierra.
El principal reto de las personas que ejercen estas profesiones es no poder responder eficaz y/o adecuadamente a los requerimientos de otras personas que acuden en busca de información y posiblemente confunda las preguntas o comentarios. La persona con Hipoacusia probablemente realizará tareas incorrectas porque no entenderá las peticiones y tendrá altos niveles de frustración y aislamiento, ya que es consciente de que no está respondiendo al 100 % en las actividades. Con algunas acciones sencillas, es posible hacer que una persona con disminución auditiva se sienta incluida en el trabajo. Por ejemplo, ayudándolo con transcripciones de las reuniones en línea o pidiendo a los compañeros de trabajo que hablen claro y lento.
¿Qué medidas debe asumir el trabajador para cuidar su salud?
De acuerdo a Romero, el uso obligatorio de los elementos de protección personal durante la jornada laboral es un deber de los trabajadores, así como acudir a los chequeos ocupacionales anuales que las empresas deben programar, pero además, realizar valoraciones clínicas en centros especializados de audición como mínimo una vez por año, ya que de esta manera se tiene un mayor control sobre el estado de la salud auditiva de los trabajadores expuestos a ruido.
“Los estilistas, por ejemplo, están expuestos a fuentes de ruido fijas de 85 db correspondientes al uso de los secadores de cabello por periodos de entre 2 a 6 horas al día. Por otro lado, docentes, domiciliarios, jardineros y personal en el ámbito musical, están expuestos a una intensidad en db entre 90 a 120 db, provenientes de fuentes de ruido como gritos de niños, ruido generado por el tráfico, ruidos súbitos y provenientes de máquinas como parlantes, cortadoras de césped, entre otros. En definitiva las intensidades más altas provienen del sector industrial quienes manejan fuentes de ruido fija entre los 130 db a 140 db como aviones, maquinaria industrial y motores de alto cilindraje”, sostiene Lorena Romero.
Para estas profesiones, la principal recomendación, es utilizar protección auditiva durante la jornada laboral, realizar pausas activas al menos dos veces durante el día y además, realizar periódicamente evaluaciones audiológicas para verificar el estado de salud auditiva del trabajador, con el fin de detectar tempranamente lesiones y tomar decisiones respecto a su tratamiento en caso necesario.
Periodistas, entre los profesionales con más alta exposición al ruido
“Los periodistas, en especial los radiales, quienes se ven expuestos a altos niveles de ruido y música, pueden desarrollar una alteración auditiva llamada hipoacusia neurosensorial por ruido. Esta pérdida comienza cuando se superan los límites de ruido (+85db) y se afecta el oído interno. Los escenarios en que se puede presentar con mayor frecuencia son aquellos en donde constantemente hay sonidos elevados, música fuerte, transmisiones de eventos deportivos, escenarios donde existan aglomeraciones, etc. La pérdida puede iniciar desde muy temprano y puede llegar a ser difícil detectarla de manera oportuna debido a que la exposición, así como la disminución es lenta”, señala Bernardo Hernández, vicepresidente de la Sociedad de Medicina del Trabajo, médico especializado en salud ocupacional.
Asimismo, Leydi Camacho, audióloga y coordinadora de calidad y entrenamiento en GAES coincide en que “todas las personas que estén expuestas a ruidos fuertes o al uso de audífonos para la realización de su trabajo de forma permanente pueden llegar a presentar una pérdida auditiva a mediano plazo”.