En la última década, las enfermedades cardiovasculares han representado la primera causa de mortalidad en Colombia y en el mundo, cobrando anualmente la vida de más de 18 millones de personas. Una de ellas, es por ejemplo la estenosis aórtica severa — que se presenta entre el 2 y el 7% de la población mayor de 65 años — una las principales enfermedades del corazón que afecta principalmente a los adultos mayores, debilitando su función cardiovascular, y requiriendo atención médica para mejorar la calidad de vida del paciente.

Esta, como otras enfermedades del corazón, pueden llegar a limitar la cantidad de sangre que llega al cerebro y al resto del cuerpo, no obstante, existe una serie de alternativas para ayudar a prevenirlas y por ende, aumentar el flujo sanguíneo, y mejorar así la circulación en el cuerpo.

El primero de ellos es conservar un adecuado estilo de vida, manteniendo la actividad física por lo menos tres veces por semana, y acompañándolo con una dieta saludable, rica en vitaminas, y baja en el consumo de alimentos ricos en grasas saturadas. Esta tarea diaria permite aumentar el flujo sanguíneo hacia el corazón, incluso aún cuando es actividad física de baja intensidad como caminar.

Son cinco las vitaminas que se deben consumir para que los músculos puedan crecer. | Foto: Libre de derechos

Ahora bien, en cuanto a las vitaminas que ayudan a fortalecer el sistema cardiovascular se encuentra la vitamina C, muy presente en frutas como la naranja, el kiwi, las fresas y melón, y en alimentos como los pimientos rojos y verdes, el brócoli y los tomates. Cabe decir que, esta vitamina, conocida como ácido ascórbico, es un nutriente hidrosoluble que actúa como antioxidante, además permite fortalecer el sistema inmunológico, ayudando incluso a evitar los coágulos de sangre. No obstante, además de los alimentos, también se encuentra en suplementos multivitamínicos.

Otro infaltable en la dieta de las vitaminas, es proporcionarle al cuerpo vitamina E, que cumple un importante papel en la reducción del riesgo de enfermedades cardíacas. Esta ayuda a ensanchar los vasos sanguíneos y evitar la formación de coágulos, permitiendo mover la sangre a las plaquetas a través del cuerpo. Principalmente se encuentra en los frutos secos, como las almendras y las nueces.

La vitamina E es determinante para tener una buena circulación sanguínea. | Foto: Getty Images

Y ni que hablar de la función de la vitamina K, que contribuye principalmente en la asimilación de las proteínas, responsables de la coagulación de la sangre. Esta se almacena en el hígado y otros tejidos corporales incluyendo el cerebro, el corazón, el páncreas y los huesos. Por lo tanto, su presencia en el cuerpo permite la oxigenación de todas las venas y respectivos órganos. No obstante, su presencia en sangre, evita que aparezcan las venas varicosas, así como otras enfermedades circulatorias. Esta se puede encontrar en alimentos como las espinacas, la lechuga, el aceite de oliva, etc.

Por último, incluir vitaminas del complejo B, es decir el calcio, magnesio y aceite de pescado omega, también serán importantes para el adecuado funcionamiento del sistema cardiovascular.

Tener la información sobre qué necesitan los consumidores es el primer paso para ese compromiso de apoyar la buena salud y el bienestar a través de la alimentación. | Foto: iStock

Recuerde que, trasladar la sangre desde y hasta el corazón es la función que tiene el sistema vascular en el cuerpo humano, es decir, la red vasos sanguíneos (arterias, venas y vasos capilares), pero, por la mala alimentación, las arterias tienden a engrosarse y ponerse rígidas, lo que se conoce como arterioesclerosis, o en casos peores, se pueden formar coágulos sanguíneos que podrían obstruir los vasos y bloquear el flujo al corazón, e incluso, al cerebro. Por eso, cambiar de hábitos y llevar un estilo de vida saludable reduce el riesgo de padecer este tipo de problemas.