Las moras son unas frutas de las que poco se habla sobre sus grandes propiedades, pero es cierto que son favoritas gracias a su perfecto equilibrio de dulce y ácido. Sin embargo, lo que realmente las hace atractivas es que son una fuente de nutrientes y antioxidantes que son muy positivas para la salud.
De hecho, si se comparan los valores nutricionales con otras frutas como el banano, la manzana o las fresas, estas frutas duplican los valores en fibra, contienen menos azúcares, calorías y hasta carbohidratos, sumando que son ricas en antioxidantes.
Gracias a sus propiedades, las moras son las frutas que por excelencia ayudan a combatir algunas carencias en el cuerpo, así como el estrés oxidativo, que genera en muchas ocasiones el envejecimiento prematuro y el desarrollo de enfermedades crónicas.
Si se incluye una ración de moras en la alimentación diaria, se estará proporcionando una ayuda adicional a las defensas contra los radicales libres.
Asimismo, tienen un efecto notorio en el aspecto de la piel, debido a que son ricas en vitamina C, un componente que ayuda en la producción de colágeno, la proteína que ayuda a mantener elástica la piel y que esta no se vea flácida y con aspecto opaco. Además, resulta beneficioso para protegerte de los rayos del sol que pueden maltratar la piel.
Uno de los beneficios más importantes es el efecto del consumo de moras en la salud cardiovascular, ya que contienen flavonoides como la quercetina y el resveratrol, que ayudan a reducir el riesgo de enfermedades cardíacas, por lo tanto, mantienen sano el corazón.
Esos flavonoides también nivelan los niveles de colesterol y reduce la presión arterial, dos factores que marcan la salud del corazón.
Finalmente, estas pequeñas frutas contienen un gran porcentaje de fibra dietética, ayudando a la digestión y previniendo el estreñimiento mientras promueve un sistema digestivo más sano y en excelentes condiciones.