Si usted es una persona que presenta problemas en articulaciones como las rodillas, o simplemente busca prevenirlos, debe saber que el colágeno puede ayudarle con este objetivo, pues forma parte del cartílago articular, además de que aporta proteínas que forman las fibras de los tejidos de las articulaciones, tendones, huesos y piel.
Por ejemplo, tomar colágeno hidrolizado, cuya composición facilita la absorción, se aportan aminoácidos al cuerpo para componer los tejidos, pese a que algunos estudios ponen en duda hasta qué punto vale la pena su uso.
Así mismo, si se es vegetariano, es muy importante suplementarse con colágeno. O en casos de una mala absorción de alguno de los aminoácidos que componen la matriz del colágeno, como la lisina, glicina y la prolina, es recomendable su consumo también.
Debido a que el cuerpo necesita tiempo para absorber y utilizar la proteína, es importante tomar el suplemento a lo largo de un tiempo considerable. Según los estudios al respecto, tomar un suplemento de colágeno durante por lo menos 12 a 24 semanas puede ayudar a mejorar significativamente la salud de las articulaciones y la piel. No obstante, es importante consultar primero ante un profesional para determinar el tiempo adecuado según cada persona.
También hay que tener en cuenta que la cantidad y duración del consumo de colágeno pueden varias de acuerdo al producto y de la condición de cada individuo. Se recomienda consumir suplementos de colágeno entre 10 y 20 gramos por día, aunque algunas personas puedan necesitar una dosis menor o mayor.
Así mismo, hay que recordar que es importante seguir las instrucciones del fabricante en la etiqueta del producto y asesorarse con un profesional de la salud o nutricionista antes de su consumo.
Otros estudios apuntan a que, para una mejor asimilación del colágeno como suplemento y mejorar su absorción, se debería consumir junto con vitaminas como la C, K y A, así como con magnesio y ácido hialurónico.
Tipos de colágeno más comunes
Colágeno Hidrolizado
Este tipo de colágeno representa el que es usado con mayor frecuencia en el mundo de los suplementos. El colágeno hidrolizado es aquel que ha sido sometido a un proceso de descomposición de sus proteínas, lo cual las divide en pequeños fragmentos, facilitando así su digestión y posterior absorción por parte del organismo. Su uso está orientado a la mejora de la salud articular, cutánea y capilar.
Colágeno Marino
Este tipo de colágeno es derivado de los tejidos de criaturas provenientes del mar, como peces y algas. Según señalan algunas investigaciones, el colágeno marino resultaría más efectivo que el colágeno hidrolizado para promover la salud dérmica y de las articulaciones.
Colágeno de tipo I y III
Este colágeno se encuentra localizado en el tejido conectivo del cuerpo, como en los cartílagos, huesos y los tendones. El colágeno de tipo I se halla principalmente en la piel, los huesos y tendones, mientras que el de tipo III está básicamente en los tejidos conectivos y los músculos. Algunos suplementos suelen combinar ambos tipos de colágenos con el fin de obtener una mayor variedad de beneficios para los consumidores.
Colágeno de tipo II
Este tipo de elemento es clave para el cartílago de los huesos y se puede encontrar esencialmente en la membrana sinovial y en el cartílago articular, lo cual ayuda a mantener la elasticidad y resistencia de estas partes del cuerpo. Este resulta siendo el tipo de colágeno más importante para las articulaciones.
Colágeno de tipo IV
Este es el tipo de colágeno principal de la matriz basal de la piel y resulta importante para la elasticidad y resistencia.