El hígado graso es una enfermedad muy común en estos tiempos, debido entre otras cosas a una dieta inapropiada, vida sedentaria y malos hábitos como fumar o ingerir licor en exceso.

El té de romero no se recomienda para pacientes que tengan diagnosticadas enfermedades relacionadas con el hígado sin una orientación médica. Foto: Gettyimages. | Foto: Gettyimages

Aunque es usual que el hígado contenga algo de grasa, el problema es cuando se acumula, y se llega a tener más del 5% de grasa, lo que impide el normal funcionamiento del mismo.

Esta enfermedad puede agrandar el hígado, produciendo dolor o malestar en la parte superior derecha del abdomen, que es el área entre las caderas y el pecho.

Algunos síntomas a tener en cuenta:

-Pérdida de apetito

-Sentirse enfermo o vomitar

-Pérdida de peso

-Cansancio

En países como Estados Unidos, se estima que entre 80 a 100 millones de personas tienen EHGNA.

La ingesta excesiva de alcohol también puede afectar el hígado

La primera patología, hígado graso simple se presenta cuando hay grasa en el hígado, pero genera poco o ningún daño a las células del hígado, de ahí que no suele convertirse en una afección médica más grave.

Cuando se ha desarrollado EHNA (enfermedad hepática por la que se acumula grasa en el hígado de personas que no consumen bebidas alcohólicas o consumen en poca cantidad), las personas presentan inflamación y células hepáticas dañadas, así como grasa en el hígado.

Esta puede progresar hasta convertirse en una afección más grave, como cáncer de hígado o cirrosis.

Hígado graso alcohólico

Cuando se consume alcohol en exceso, las personas pueden desarrollar la enfermedad del hígado graso alcohólico.

Esto puede provocar daño e inflamación de las células del hígado.

En la primera etapa de la enfermedad hepática relacionada con el alcohol, si se deja de consumir alcohol, es posible que se pueda revertir.

Tenga en cuenta que el hígado alcohólico puede convertirse en hepatitis alcohólica o cirrosis que es la etapa más grave de la enfermedad hepática y puede provocar insuficiencia hepática.

Algunos síntomas de la cirrosis son:

-Picazón en la piel

-Hematomas o sangrado

-Problemas de memoria y confusión

-Hinchazón en los pies o la parte inferior de las piernas

-Hinchazón

Hinchazón en los pies puede ser un síntoma de que está sufriendo de hígado | Foto: Getty Images

La cirrosis puede poner en peligro la vida y se debe buscar ayuda médica.