La vitamina K es una sustancia que el cuerpo necesita para poder formar coágulos y detener el sangrado. Esta vitamina se obtiene de los alimentos que se consumen en el día a día.

En el caso de los bebés, ellos nacen con cantidades muy mínimas de vitamina K almacenada en el cuerpo, lo cual puede provocar fuertes problemas de sangrado si no se suplementa.

Los coágulos no permiten el paso de la sangre. | Foto: Getty Images

La falta de vitamina K produce un sangrado constante ya que no se desarrollan coágulos para detenerla. Este sangrado se puede desarrollar en la parte interna o externa del cuerpo, teniendo en cuenta que cuando sucede en la parte interna del cuerpo, es bastante difícil notarlo.

Con frecuencia, un bebé que tenga este tipo de afección sangrará en los intestinos o en el cerebro, lo cual puede provocar, en este último caso, un daño cerebral e incluso la muerte. Los bebés que no reciben la inyección de vitamina K al nacer pueden presentar un sangrado por deficiencia de esta vitamina en cualquier momento y hasta los 6 meses de edad.

Actualmente existen tres tipos de sangrado por deficiencia de vitamina K, según sea la edad del bebé cuando los problemas comiencen: temprano, clásico y tardío.

¿Por qué los bebés son los más afectados?

Todo bebé al nacer tiene un mayor riesgo de sangrado debido a la falta de vitamina K, esto se puede cambiar cuando el bebé empiece a consumir alimentos sólidos, por lo general entre los 4 y 6 meses de edad. Esto se debe a que:

  • Al nacer, los bebés tienen muy poca vitamina K almacenada en el cuerpo porque a través de la placenta de la madre solo pasan pequeñas cantidades.
  • Las bacterias buenas que producen vitamina K todavía no están presentes en los intestinos del bebé.
  • La leche materna contiene pequeñas cantidades de vitamina K; por ese motivo, los bebés que solo son amamantados no reciben una cantidad suficiente de esa vitamina.
Bebé | Foto: Getty Images

¿Qué se puede hacer para que un bebé no tenga deficiencia de la vitamina K?

El sangrado por falta de vitamina K se puede prevenir en los bebés con una inyección en el músculo del muslo. Con tan solo la aplicación de una dosis de esta inyección , se puede prevenir un sangrado por la falta de esta vitamina.

Para permitir que la madre y el recién nacido tengan contacto inmediato y la oportunidad de establecer su vínculo afectivo, la administración de la inyección de vitamina K se puede posponer hasta 6 horas después del nacimiento.

Los bebés que más pueden presentar un riesgo de sangrado son aquellos que presenten las siguientes características:

  • Bebés que no recibieron una inyección de vitamina K al nacer. El riesgo es incluso mayor si son amamantados únicamente.
  • Los bebés de madres que han usado ciertos medicamentos, como isoniacida o medicinas para tratar convulsiones. Estos fármacos interfieren en la forma que el cuerpo usa la vitamina K.
  • Los bebés que tienen una enfermedad del hígado; con frecuencia, no pueden usar la vitamina K que su cuerpo almacena.
  • Los bebés con diarrea, enfermedad celíaca o fibrosis quística frecuentemente tienen dificultad para absorber vitaminas, como la vitamina K de los alimentos que consume.
Bebé con falta de vitamina K | Foto: Getty Images

El sangrado por deficiencia de vitamina K puede afectar a los bebés hasta los 6 meses de edad y los signos normales para poder detectarlo son:

  • Moretones, especialmente en la cabeza y la cara del bebé.
  • Sangrado de la nariz o del cordón umbilical.
  • Color de la piel, que se vea más pálido que antes. En el caso de bebés con piel más oscura, las encías pueden verse pálidas.
  • Después de las primeras 3 semanas de vida, la parte blanca de los ojos del bebé se pueden poner amarillas.
  • Heces que contengan sangre, sean negras u oscuras.
  • Irritabilidad, convulsiones, sueño excesivo o muchos vómitos pueden ser signos de un sangrado en el cerebro.