La cúrcuma, originaria del sudeste asiático, es reconocida mundialmente por sus propiedades medicinales y gastronómicas. Este condimento de color amarillo tiene características que ayudan al organismo por tener poderes analgésicos, antiinflamatorios y antibacterianos
La cúrcuma suele tener varias preparaciones, y aunque no es tan común, la suelen ingerir por medio de la preparación de un jugo. De acuerdo don el portal de salud Mejor con Salud, un vaso de jugo de cúrcuma le aporta al organismo más de 300 antioxidantes.
Esta preparación puede ayudar a los pacientes que tienen artritis, pues la cúrcuma tiene una gran capacidad antiinflamatoria, lo que ayuda a reducir la inflamación en las articulaciones.
Un estudio realizado en Italia evidenció este efecto antiinflamatorio, demostrando que la cúrcuma redujo en un 58 % el dolor y la rigidez en pacientes con osteoartritis.
Además de su efecto antiinflamatorio, la cúrcuma también tiene propiedades analgésicas que ayudan a aliviar el dolor asociado a la artritis y facilitan la recuperación de la movilidad articular al reducir la incomodidad.
Otro estudio realizado en Estados Unidos, en 2017, determinó que, de 206 adultos con artritis reumatoide auto-reportada, el 63 por ciento usó suplementos no vitamínicos para controlar sus síntomas. La cúrcuma era producto más popular y favorito entre los pacientes.
Por otro lado, la cúrcuma ayuda a reducir las complicaciones cardiovasculares. De hecho, varios estudios demuestran que la cúrcuma tiene propiedades que contribuyen para la salud del corazón, por sus características antioxidantes y antinflamatorias.
Una investigación demostró buenos resultados a la hora de probar que la cúrcuma puede ayudar a adelgazar la sangre, reducir el colesterol y prevenir el estrechamiento de las arterias.
Por otro lado, varios estudios arrojan resultados positivos que dicen que la cúrcuma estimula la contracción de la vesícula biliar, que podría ser beneficioso para la digestión de las grasas. Además, el compuesto más importante de este condimento es que tiene protectores contra la formación de cálculos biliares.
Cómo preparar un jugo de cúrcuma
Ingredientes:
- 5 pulgadas de raíz de cúrcuma.
- 5 tamarindos.
- 2 tazas de agua.
- El zumo de dos limones medianos y maduros.
- 2 cucharadas de miel.
Lo que primero tiene que hacer es pelar la cúrcuma. Se recomienda que en este paso se utilicen guantes, pues es muy probable que las manos tomen el color de esta especia. Luego, se debe abrir el tamarindo y desechar sus raíces internas.
De seguido, se llena una olla con agua para poner la cúrcuma en este, hasta que se cocine. Por otro lado, los tamarindos se deben poner a cocinar también hasta que su textura sea parecida a la de una mermelada.
La cúrcuma cocinada, con un poco de su agua, se puede llevar a una batidora para que se mezcle. Luego, se van a agregando los otros ingredientes como el tamarindo, el jugo de los limones exprimidos. Finalmente se agrega un poco de miel para endulzar y hacer que el sabor no quede amargo.
Cabe mencionar que si hay un interés en incorporar cúrcuma o suplementos de curcumina en la dieta debido a preocupaciones específicas por el bienestar de la vesícula, es recomendable consultar con un profesional de la salud. De hecho, aunque la cúrcuma es generalmente segura en cantidades moderadas utilizadas en la cocina, tomar grandes cantidades de suplementos de esta especia podría tener efectos no deseados.
Además, para obtener los máximos beneficios de estos remedios, es fundamental mantener un estilo de vida saludable que incluya actividad física regular y una alimentación equilibrada. Esto implica la incorporación de frutas y verduras frescas, así como la preferencia por cereales integrales en la dieta.