El historiador y conquistador español, Gonzalo Fernández de Oviedo, reseñó en el siglo XVI este tubérculo en el Sumario de la Natural Historia de las Indias, describiéndolo como “una planta que llaman yuca”, y con la cual los nativos hacían un pan conocido como “cazabe”. A diferencia del maíz, “esto no es un grano, sino planta, la cual es unas plantas que hacen unas varas más altas que un hombre (…) el fruto nace en las raíces de dichas plantas”. Catalogada como Manihot esculenta, se la llama comúnmente yuca, mandioca, aipim, guacamota, casabe, casava o lumu, un alimento descubierto en América del Sur y que se ha popularizado en diferentes gastronomías de Latinoamérica.
Pues bien, la yuca — de piel dura y marrón y de carne almidonada y blanca— no solo tiene historia, sino una composición nutritiva muy valiosa que proporciona numerosos beneficios para la salud, ayudando a mejorar algunas enfermedades en particular, condiciones que pocas veces se relacionan con la yuca.
Cabe agregar que una buena salud depende de una excelente nutrición, por lo que establecer una dieta adecuada para cada persona, guiados por un nutricionista, es fundamental. En este sentido, un alimento que puede integrar una dieta balanceada es la yuca, no obstante, si se piensa consumir con regularidad este alimento, lo ideal es consultar antes a un médico o nutricionista.
Algunas de las enfermedades que pueden mejorar con la yuca
Hipertensión: el consumo de alimentos ricos en potasio puede ayudar a reducir la presión arterial sistólica en personas con hipertensión. Se pueden encontrar 271 mg de potasio por cada 100 g de yuca.
Hipercolesterolemia y enfermedades cardiacas: un estudio sobre la yuca observó que tiene un efecto importante en la disminución de los niveles de colesterol total, Reduce el llamado colesterol “malo” y los niveles de triglicéridos, su contenido de fibra dietética sería el determinante. Por otro lado, la yuca también es una buena fuente de saponinas, fitoquímicos que pueden ayudar al cuerpo a reducir los niveles de colesterol no saludables de la sangre.
De acuerdo a esto, si bajan los niveles de colesterol con el consumo regular de yuca, podría prevenir también el riesgo de desarrollar enfermedades cardíacas.
Osteoporosis: la yuca aporta calcio de forma importante al organismo, lo que contribuye a reforzar los huesos y dientes, además de todo el cuerpo. Es recomendada para las personas que sufren de osteoporosis, quienes a partir de los 35 años deben consumir cantidades adecuadas de calcio para evitar las fracturas y las luxaciones. Pero, lo cierto es que no solo la raíz en sí, sino sus hojas, contienen vitamina K, efectivas para fortalecer los huesos.
Diabetes: se sabe que las grandes cantidades de fibra que contiene la yuca, permiten ralentizar la velocidad a la que se absorbe el azúcar en la sangre. Debido a su bajo índice glucémico, es recomendada a las personas que sufren de diabetes tipo 2.
Alzheimer: otra cualidad de las hojas de yuca, en las que encontramos una gran fuente de vitamina K, es que han demostrado que tiene un importante papel en el tratamiento de pacientes con Alzheimer, pues limitaría el daño neuronal del cerebro.
Anemia: el consumo regular de yuca podría prevenir la anemia o la deficiencia de hierro en el organismo, dado que al dotarse constantemente de este mineral, se está impulsando el proceso de renovación de glóbulos rojos.
Poco más cabe agregar, y es que la yuca, además, favorece el sistema inmunológico y aporta una gran cantidad de nutrientes y vitaminas esenciales para el funcionamiento del cuerpo.
Al respecto, existen muchas recetas deliciosas con yuca, lo fundamental es cocinarlas bien, para que ablanden su pulpa. Cruda no es recomendable.