Las zanahorias son de las hortalizas más consumidas en todo el mundo, gracias a sus propiedades. Se reconocen por ser buenas para la salud y por contener una serie de componentes que no muchos productos tienen.
Son ricas en un nutriente conocido como betacaroteno que es muy importante para el organismo. Este es sintetizado por el hígado que lo convierte en vitamina A, un potente antioxidante que se une a moléculas dañinas volviéndolas inofensivas.
De igual forma, contiene vitamina A más allá de la que se consigue del betacaroteno. Un vaso de zumo de esta hortaliza aporta casi el 700 % de las necesidades básicas de un adulto, de acuerdo con información del portal Mejor con Salud. Esto convierte a las zanahorias en las responsables de proteger la vista y evitar determinadas enfermedades degenerativas como, por ejemplo, el cáncer.
Además, esta vitamina promueve el crecimiento óseo y dental, reduce el riesgo de padecer enfermedades cardíacas, mantiene saludables las funciones celulares, ayuda al cuerpo a resistir infecciones y equilibra la presión arterial.
Cuando se está en embarazo también se recomienda comer a diario zanahoria, debido a que esta hortaliza asegura un buen aporte de fibra insoluble que favorece la función intestinal, reduciendo la posibilidad de generar gases, además, este alimento es rico en vitamina A, que es muy importante para la diferenciación celular, que está aumentada por el crecimiento de nuevos tejidos durante el embarazo.
Otros beneficios de la zanahoria
El sitio web también explica que la vitamina A es necesaria para el buen funcionamiento de la retina y especialmente para la visión nocturna o con poca luz y para el buen estado de la piel y mucosas. Además, participa en la formación y mantenimiento de dientes, tejido blando y óseo. La vitamina A se encuentra de dos maneras en los alimentos:
- Retinol: es la forma activa de la vitamina A. Está presente en alimentos de origen animal como el hígado o la leche entera.
- Carotenoides: son pigmentos de color oscuro que se encuentran en los alimentos de origen vegetal y una vez ingeridos, el organismo es capaz de transformarlos en su forma activa de vitamina A. El caroteno más abundante en la zanahoria es el betacaroteno.
En la zanahoria también se encuentra fibra soluble e insoluble, la insoluble aporta volumen a las heces y ayuda a que los alimentos pasen más rápido por el tracto digestivo. “Por el contrario, la fibra soluble es aquella que capta el agua formando una sustancia voluminosa tipo gel que ayuda en la digestión, que suaviza y ayuda a eliminar las heces”.
La hortaliza además es rica en potasio. “Este mineral propio de los vegetales es un mineral indispensable para la transmisión y generación del impulso nervioso, participa en la contracción muscular, así como en el equilibrio hídrico, tanto en el interior como en el exterior de la célula”, precisa Salud Blogs Mapfre.
Los posibles beneficios de la zanahoria para el organismo son variados. Según el portal Salud Digital, de la Fundación Carlos Slim, hay evidencia científica que sugiere que un alto consumo de frutos y vegetales ricos en antioxidantes -como son las zanahorias- reduce los riesgos de cáncer y de enfermedad cardiovascular.
De acuerdo con este sitio web, se ha demostrado que una amplia variedad de carotenoides en la dieta tienen efectos anti cancerígenos, debido a su poder antioxidante que reduce los radicales libres en el cuerpo, lo que ayuda a prevenir y aliviar enfermedades como el cáncer.
La Organización Mundial de la Salud (OMS), en su informe World Cancer Report, señala que, junto con las espinacas y otras hortalizas, que también contienen carotenoides, la zanahoria sirve para prevenir el cáncer de mama.
Otro informe de la Universidad de Newcastle, de Reino Unido, asegura que si se cocina entera y después se corta, contiene un 25 % más de falcarinol, un compuesto que protege a la hortaliza del ataque de hongos y que en el organismo actúa como protector ante el desarrollo de ciertos tipos de tumores.