A medida que una persona va entrando en años, ve más comprometida su salud y es allí cuando las ganas de cuidarse empiezan a florecer.
Y aunque en el mercado hay una gran oferta de productos que prometen ayudarle al cuerpo con la producción del colágeno, existen otras alternativas que podrían ayudarle.
Un claro ejemplo son las patas de cerdo, las cuales son consideradas una excelente fuente de colágeno, pues 100 gramos de este alimento aportan cerca de 20 gramos de colágeno
Una publicación de Infobae menciona que las patas de cerdo son ricas en colágeno por su alto contenido de tejido conectivo, además cuando se cocinan de forma lenta y prolongada, el colágeno que está presente se descompone en gelatina, una manera más asimilable de colágeno por parte del cuerpo humano.
Hay dos maneras de prepararla. Una en sopa para deleitarse con su delicioso sabor y otra en la que podrá obtener todo el colágeno que requiere.
Para la primera opción requiere de dos cebollas picadas, tres tomates, dos ajos, un pimentón, un vaso de vino blanco, pimienta, sal y azafrán.
Para prepararlas debe juntar todo y cocinarlo por media hora o hasta que considere que las patas de cerdo estén blandas.
En la otra receta debe poner las patas a hervir en una olla de presión durante 20 minutos, luego retire el agua de la cocción y ponga agua nueva, tape la olla y cocine por 40 minutos.
Cuele el agua resultante para separar la carne. Las patas de cerdo cocidas deben desecharse, pues la idea es crear un colágeno saludable sin grasa.
Cuando el caldo este colado, introduzca al refrigerador por una hora, luego sáquelo y retire la capa superficial que se ha creado, la cual también es grasa.
Refrigere una vez más durante dos horas, y al pasar este tiempo encontrará una masa gelatinosa, que es el colágeno concentrado de las patas.