Mantener una vida saludable es el objetivo de la mayoría de las personas en el mundo y eso requiere ciertas pautas que se deben seguir día a día sin falta. Una de ellas es adoptar una alimentación óptima, es decir, ingerir los alimentos precisos con los elementos adecuados que el cuerpo necesita para funcionar de forma adecuada.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) apoya esta tesis y afirma que “una dieta saludable ayuda a protegernos de la malnutrición en todas sus formas, así como de las enfermedades no transmisibles, entre ellas la diabetes, las cardiopatías, los accidentes cerebrovasculares y el cáncer”. Por eso, es de vital importancia conocer cómo se puede alimentar mejor para sacarle el mayor provecho a las bondades que otorga la madre naturaleza.
Ingerir ciertos alimentos puede beneficiar órganos específicos y hay dos a los que no se les pone tanto cuidado como se debería y son tan importantes como el resto que conforman todos los sistemas del cuerpo humano. Se trata de los riñones, los encargados de eliminar los desechos y el exceso de líquido del cuerpo.
Estos “también eliminan el ácido que producen las células del cuerpo y mantienen un equilibrio saludable de agua, sales y minerales (como sodio, calcio, fósforo y potasio) en la sangre. Sin este equilibrio, es posible que los nervios, los músculos y otros tejidos no funcionen normalmente”, tal como lo informa el Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Digestivas y Renales, de Estados Unidos.
Ya sabiendo un poco más de las funciones de los riñones, ahora es pertinente conocer qué tipo de alimentos funcionan mejor para su mejor estar. Hay una fruta que trabaja directamente para el bienestar de estos órganos y es la piña, que perfectamente se puede incluir dentro de la dieta diaria que, según la OMS, se deben consumir al menos 400 gramos de ella durante el día.
“Esta fruta es diurética y las propiedades que contiene también favorecen un buen funcionamiento renal. Además, es rica en vitamina C y enzimas que ayudan a combatir las infecciones, estimulan la digestión y reducen el riesgo de tener cálculos renales”, reseña el diario El Clarín sobre la piña, que además tiene un aroma dulce y un sabor del mismo talante que la hace adherible a muchas preparaciones.
Por otro lado, la piña solo tiene una dificultad, debe saber pelarla adecuadamente para obtener su fibra completa, pues de resto su contenido es perfectamente moldeable para comer de forma sólida o líquida, ya sea en trozos en una ensalada, asada, acompañando algunas proteínas, o licuada para presentar en forma de jugos o batidos, preparaciones en las que se puede combinar con otras frutas como la naranja, la fresa, la sandía o se le pueden añadir otros elementos como el jengibre o la yerbabuena.
Tratar de mantener los riñones sanos es una tarea que se debe tener en cuenta a diario, pues la mayoría de enfermedades que afectan a este órgano son congénitas y el hacer lo posible para que estén en óptimas condiciones retrasa en gran medida la aparición de males como lo son la insuficiencia renal, que se presenta a través de los siguientes síntomas, según el portal Mayo Clinic:
- Disminución del volumen de orina excretado (diuresis), aunque a veces se mantiene estable.
- Retención de líquido, que causa hinchazón en las piernas, los tobillos o los pies.
- Falta de aire.
- Fatiga.
- Desorientación.
- Náuseas.
- Debilidad.
- Ritmo cardíaco irregular.
- Dolor u opresión en el pecho.
- Convulsiones o coma en casos severos.
Dicho portal también hace las siguientes recomendaciones para prevenir esta enfermedad: “Prioriza un estilo de vida saludable. Mantente activo, lleva una alimentación equilibrada y adecuada, y bebe alcohol con moderación, o evítalo por completo”.