La papada es una acumulación de grasa que se ubica debajo de la barbilla y se extiende hacia gran parte del cuello. Por lo general, aparece debido a diferentes cambios hormonales que se acentúan después de los 30 años, aunque también puede estar relacionada con problemas de obesidad o sobrepeso.
El centro estético Antiaging Group Barcelona indica que la causa más frecuente es el exceso de grasa que se encuentra debajo de la piel y encima del músculo platisma. Este músculo es plano, está dividido en dos mitades y va desde el labio inferior y el borde mandibular hasta la clavícula.
Cuando la grasa se posa cada vez más, esta se empieza a trasladar sobre los digástricos laterales, afectando en mayor medida lo que rodea el cuello al frente a los lados y, por consiguiente, haciendo que sea más compleja la reducción. Las estructuras mencionadas anteriormente son las responsables de darle la forma correcta al cuello.
Bajo este contexto, se entiende que la presencia de papada no es exclusiva por el peso, sino que una persona con mala postura en el cuello también altera la forma en esa zona. En general y de manera delimitada, el centro estético afirma que las causas son:
- Piel flácida
- Exceso de grasa superficial entre la piel y el músculo platisma.
- Exceso de grasa subplatismal (profunda).
- Músculos digástricos de gran volumen.
- Hueso hiroides bajo.
- Glándulas submandibulares grandes o caídas.
Consejos para eliminar la papada
El portal web Farmacias dio a conocer algunos consejos para reducir, e incluso, en muchos casos eliminar este problema.
El primer consejo es una buena hidratación. El consumo de agua no solo es saludable para todo el organismo, sino que además mantiene la piel sana y libre de arrugas. Expertos recomiendan beber al menos dos litros de agua al día.
De igual manera, la protección solar también es fundamental. La exposición a la luz del sol, sin protección, puede acelerar el envejecimiento de la piel y agravar la aparición de arrugas. Aplique productos que lo protejan contra los rayos ultravioleta, y al aplicárselos no olvide darse una pasada por el cuello. Evite la exposición prolongada al sol, especialmente durante las horas pico de radiación solar.
Realizar ejercicios faciales también puede ayudar. Estos también pueden ser beneficiosos para fortalecer los músculos del cuello y tonificar la piel. Pruebe ejercicios simples como girar la cabeza, levantar y bajar la barbilla, o estirar los músculos del cuello. Puede consultar con un profesional, o investigar rutinas de ejercicios específicos para obtener mejores resultados.