Uno de los problemas de salud más comunes entre las personas que optan por destinos internacionales, es la conocida como ‘diarrea de viajero’, y ocurre especialmente cuando se viaja a lugares con condiciones sanitarias menos desarrolladas.
Para evitar que esta molesta afección arruine las vacaciones, es fundamental tomar algunas precauciones básicas.
La ‘diarrea del viajero’ es una enfermedad gastrointestinal frecuente entre los turistas. Se manifiesta con síntomas como calambres abdominales, diarrea, náuseas, vómitos, hinchazón y, en ocasiones, hasta fiebre.
Esta condición es causada por la ingestión de agua o alimentos contaminados, frecuentemente debido a sistemas de tratamiento del agua deficientes. Aunque suele resolverse por sí sola en tres a cinco días, en algunos casos puede persistir o derivar en enfermedades más graves como la disentería o el cólera.
Las principales estrategias preventivas incluyen evitar el consumo de agua no embotellada y alimentos crudos. Ante la aparición de síntomas, es crucial mantenerse hidratado y buscar atención médica si la enfermedad se prolonga o presenta síntomas severos como fiebre alta o sangre en las heces.
Probióticos recomendados por los profesionales
La farmacéutica y divulgadora Boticaria garcía destaca el uso de probióticos como una medida adicional para prevenir la diarrea del viajero. Los probióticos ayudan a mantener el equilibrio de la flora intestinal, lo que puede reducir el riesgo de esta afección.
Según García, “las cepas probióticos con mayor evidencia científica y más recomendadas por los guías nutricionales son Saccharomyces boulardii y Lactobacillus rhamnosus GG”. Estas cepas pueden ayudar a fortalecer el sistema digestivo y prevenir infecciones gastrointestinales.
Además, recomienda que estas cepas se combinen con prebióticos, vitamina D y otras cepas probióticos como Lactobacillus helveticus y Bifidobacterium longum. Para maximizar sus beneficios, estos probióticos deben tomarse antes y durante el viaje.
Alimentos que contienen probióticos:
- Yogur natural: son la principal y más fácil fuente de probióticos en el mercado, pero también existen versiones de yogures con sabor que mantienen las bacterias beneficiosas vivas.
- Kéfir: es un producto fermentado con levadura y bacterias, semejante al yogur, pero posee una cantidad más elevada de probióticos.
- Leche fermentada: son productos especiales que generalmente contienen Lactobacillus agregados por la industria, siendo el Yakult el más famoso.
- Kombucha: es una bebida fermentada hecha principalmente a partir del té negro.
- Productos orientales a base de soya, legumbres y hortalizas como Miso, Natto, Kimchi y Tempeh que pueden ser comprados en tiendas especializadas.
- Chucrut: es una preparación culinaria que se elabora a través de la fermentación de las hojas frescas del repollo o de la col.
- Pepinillos: es una preparación donde se colocan unos pepinos en agua y sal, dejándose fermentar durante un tiempo.
- Masa madre o levadura natural: es un cultivo vivo compuesto por levaduras y bacterias que se producen a través de la fermentación de cereales como el trigo y de los microorganismos que se encuentran naturalmente en el ambiente, siendo utilizada para elaborar diversos productos como pan, tortas y galletas”.
Precauciones a tener en cuenta:
- Higiene alimentaria: Evitar consumir alimentos crudos y agua no embotellada.
- Hidratación: Mantenerse bien hidratado, especialmente si se presentan síntomas.
- Consulta médica: Buscar atención médica si los síntomas persisten o se agravan.