Las drogas están presentes en muchos entornos sociales, a pesar de que esté mal, lo que genera que cada vez más los jóvenes puedan estar en contacto con estas sustancias y, a la larga, terminen ocasionándose daño a ellos mismos al consumirlas.
De hecho, en algunas culturas se ha convertido en costumbre el consumo de drogas, hasta el punto en el que no eres aceptado en un círculo social simplemente por no hacerlo.
No obstante, la ciencia demostró que el consumo de drogas desde temprana edad genera daños irreparables en el cuerpo humano, principalmente en la salud física y mental.
Teniendo en cuenta que el cerebro aún está en desarrollo en la adolescencia, el consumo de las drogas podría desarrollar problemas cognitivos a corto y largo plazo que se manifiestan a través de trastornos como la depresión y la ansiedad.
Lo anterior es bien conocido que, si no es manejado de la mejor manera, podría llegar a desencadenar en algunos pensamientos suicidas, teniendo en cuenta la cantidad de presión social a la que están sometidos los jóvenes por estar atravesando la etapa en la que buscan una identidad y, por ello, quieren encajar en muchos círculos sociales para no sentirse solos.
Lo peligroso es que algunas drogas pueden otorgar la falsa sensación de tranquilidad y felicidad a las personas que la consumen, sin saber que en realidad generan el efecto contrario y que, a la larga, conduce a consecuencias muy difíciles de remediar.
En ese sentido, los expertos recomiendan no ingerir drogas. Además, en dado caso de conocer a una persona que tiene este tipo de problemas, orientarla a que pueda recibir ayuda profesional, debido a que esto es considerado un problema de salud pública que necesita tratamientos psicológicos e incluso farmacológico en muchos de los casos.