El jengibre es una raíz que pertenece a la familia de las zingiberáceas, del mismo modo que la cúrcuma o el cardamomo. Esta tiene un sabor y un aroma picantes, con un toque cítrico y fresco, pese a que es un alimento desconocido, cuenta con múltiples beneficios y posibilidades de prepararse.
Por ejemplo, por su composición brinda un alto contenido de vitaminas como la B6 y la C que que brindan beneficios importantes para el sistema inmunológico, además, aporta minerales como el calcio, el fósforo, el magnesio y el potasio.
Adicionalmente, como cuenta Ana María Moreno de Farmacia Ribera, la composición esta raíz evita la aparición de gases y otras molestias además de mejorar la digestión. Este producto contiene muchos compuestos químicos fenólicos que funcionan como calmante gastrointestinal. Su consumo también mejora la producción de bilis y saliva lo que ayuda a digerir mejor los alimentos.
Por el alto contenido de minerales que posee, el jengibre se ha considerado un aliado para mejorar el desarrollo muscular. Por los minerales de fósforo y calcio benefician las contracciones del músculo y previenen espasmos o dolores musculares.
Por ejemplo, los calambres musculares se pueden asociar a alta de estos minerales, por eso recomiendan incluir en las preparaciones al jengibre, pues puede ayudar a contribuir a que el sistema nervioso esté alerta y que los músculos funcionen mejor.
Según Katherine Marengo, dietista, existen estudios el jengibre que determinan que este puede desempeñar un papel importante en la pérdida de peso, así como ayudar a reducir el índice de masa corporal y los niveles de insulina en sangre. La capacidad del jengibre para la pérdida de peso puede deberse a que ayuda a aumentar el número de calorías quemadas así como sus beneficios para reducir la inflamación.
Algunas de sus propiedades antisépticas permiten eliminar bacterias que perjudican los procesos digestivos, así mismo el consumo puede equilibrar la flora intestinal y contribuir a que permanezca en buen estado. También, el jengibre posee altos niveles de polifenoles que son compuestos antioxidantes que se encuentran en ciertos alimentos vegetales para gozar de una mejor salud al retrasar la oxidación de las células.
Esta raíz también tiene un poder antiinflamatorio debido a su principio activo, el gingerol que actúa en las zonas inflamadas, desde golpes a protuberancias en tus articulaciones. Para reducir y calmar las inflamaciones, puedes combinar el consumo de jengibre con el de probióticos para potenciar este efecto.
También, el jengibre es un alimento que genera mucho calor en el cuerpo, está considerado como una alternativa para el resfriado. Permite calentar el cuerpo desde dentro, por medio del té de jengibre podrá incluso potenciar su efecto. Dado su contenido en gingerol como antioxidante, el jengibre puede retrasar el proceso de envejecimiento de las células directamente aplicándolo sobre los poros de la piel.
El jengibre previene la degradación acelerada de colágeno y protege la piel de los radicales libres, así se tardará más en envejecer y en aparecer las arrugas. Por eso, es recomendable aplicarlo sobre la piel como una mascarilla o usar geles, cremas que posean este ingrediente.
Cómo usar el jengibre
La forma más común de consumirlo es el té de jengibre. Solo hace falta hervir unos trozos en un cazo de agua durante unos quince minutos, dejar que repose y añadirle un chorrito de limón al gusto. También hay muchos tipos de infusión de jengibre que ya se venden listas para consumir, en las que se combina su sabor con cítricos, como el limón, o con dulces, como la miel.
En cápsulas de igual forma es posible consumirlas, ya que son ideales para los que quieran reforzar su sistema inmunitario, reducir la sensación de mareo y náuseas, y contribuir al buen funcionamiento intestinal, además, es muy útil en casos de fatiga.