La felicidad es un tema que ha despertado el interés de investigadores y expertos en diversos campos. A lo largo de la vida, las personas experimentan altibajos emocionales, y es natural preguntarse en qué momentos se es más propenso a experimentar la felicidad.

Un estudio llevado a cabo por la London School of Economics and Social Science involucró a más de 23.000 participantes con edades comprendidas entre los 17 y 85 años. A los participantes se les preguntó cuán felices esperaban estar en un lapso de 5 años y, transcurrido ese período, se les cuestionó sobre su nivel actual de felicidad.

La comparación entre diferentes grupos de edad y la discrepancia entre las expectativas y la realidad ha llevado a los investigadores a identificar un factor clave en la felicidad. Descubrieron que las expectativas no cumplidas y los errores en la estimación de la satisfacción son los elementos que han permitido obtener dos cifras: los momentos de mayor felicidad se dan en los 23 y los 69 años.

En otras palabras, la investigación sugiere que las expectativas y percepciones de felicidad pueden influir en el bienestar emocional. Cuando las expectativas no se cumplen, es posible que se experimente una sensación de insatisfacción o decepción. Por eso, el estudio sugiere que a los 23 se puede ser más feliz tras “sentir” que aún se tiene “tiempo” para corregir aspectos personales. Por otro lado, a los 69 se puede “sentir” que “ya se vivió lo más” y que ahora “se debe tomar todo con calma”.

La juventud y la madurez temprana

De acuerdo con un estudio realizado por el Instituto Nacional de Estadística y Estudios Económicos (INEEE) de Francia en varios países, las personas suelen experimentar un aumento significativo en los niveles de felicidad durante la juventud y la madurez temprana. En esta etapa, generalmente entre los 18 y 30 años, las personas disfrutan de la libertad, la exploración y el establecimiento de relaciones sociales y románticas, lo que contribuye a un mayor bienestar emocional.

La juventud y la madurez temprana se consideran las etapas del "acierto y error" (Imagen de referencia). | Foto: Getty Images

La estabilidad emocional en la mediana edad

A medida que se avanza hacia la mediana edad, las preocupaciones sobre la carrera profesional, la estabilidad financiera y las responsabilidades familiares pueden impactar el estado de ánimo. Sin embargo, un informe del Instituto Nacional de Estadística (INE) de España señala que las personas entre los 40 y 50 años tienden a experimentar una mayor estabilidad emocional y una sensación de satisfacción con su vida en general. Esto puede atribuirse a una mayor estabilidad financiera, el logro de metas personales y profesionales, y una mayor madurez emocional.

La estabilidad emocional en la mediana edad puede llegar entre los 40 y 50 años (Imagen de referencia). | Foto: Getty Images

La sabiduría y el bienestar en la vejez

Contrariamente a la creencia popular, múltiples estudios demuestran que la felicidad no disminuye significativamente con la edad. De hecho, el bienestar emocional tiende a aumentar nuevamente en la vejez. El informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre el envejecimiento y la salud revela que las personas mayores, especialmente a partir de los 60 años, experimentan un mayor sentido de satisfacción con la vida, una apreciación de los momentos simples y una mayor aceptación de sí mismos.

La sabiduría y el bienestar en la vejez se dan a partir de los 60 años, considerada la edad de la "plenitud" (Imagen de referencia).

La felicidad es un concepto complejo que está influenciado por múltiples factores, como las circunstancias personales, las relaciones sociales, la salud y el sentido de propósito.