Después de un día lleno de obligaciones en el trabajo o en el estudio, llegar a casa es el momento más esperado. Aunque para cualquier persona la hora del descanso es sagrada, la emoción de regresar al hogar es diferente para quienes viven con un amigo peludo, que los espera en la puerta con ladridos y agitando la cola.
No en vano se dice que el mejor amigo del hombre es el perro, pues cualquier persona que viva con uno puede dar fe de su lealtad y compañía. Una de las mayores muestras de afecto de un canino es, precisamente, recibir a su amo con alegría. Las reacciones de la mascota son múltiples y varían dependiendo del comportamiento habitual del animal y hasta de la raza.
No obstante, esta ola de besos y muestras de cariño podría tener una explicación científica. De hecho, varios estudios indican que las mascotas pueden sienten afecto por sus amos. Gregory Berns, neurólogo y docente de Emory University School of Medicine en Atlanta, Estados Unidos, analizó las diferentes reacciones que mostraban las mascotas ante la llegada de distintas personas.
A través de resonancias magnéticas, se estudió el comportamiento de los perros y se llegó a varias conclusiones. Durante el primer experimento, los investigadores observaron imágenes cerebrales de un perro mientras estaba despierto y en acción.
Al analizar estos resultados se concluyó que los perros distinguen a los seres humanos como miembros de su especie. Incluso, el estudio indicó que una existe parte del cerebro destinada al afecto que el animal genera el canino en relación a sus vínculos familiares y, específicamente, hacia los humanos.
Por otro lado, se aplicaron distintos estímulos olfativos relacionados con los dueños de estos peludos. Con esto, la investigación descubrió patrones de reacciones en distintos perros, similares a los patrones que un animal manifiesta cuando obtiene algún tipo de recompensa. De hecho, el neurólogo concluyó que algunos perros distinguen a sus amos como parte de su familia.
Los perros distinguen al humano
Así las cosas, hay evidencia científica de que los perros no solo tienen diversas formas de expresar amor a sus amos, sino que también distinguen al ser humano de otras especies animales. Su relación con las personas va más allá, pues cuando se trata de un humano familiar, el cerebro del canino reacciona como si recibiera un estímulo de recompensa.
Las respuestas de los peludos a la llegada de sus amos son tan variadas que en algunos casos hasta terminan orinándose en cualquier lugar de la casa por la emoción tan grande que experimentan. Usualmente, este comportamiento aparece en perros cachorros que aún no tienen control del esfínter, pero si se presenta en canes adultos puede ser una señal de alerta.
Según explican expertos en cuidado de mascotas, cuando un perro mayor se orina al ver a una persona es recomendable consultar con un médico veterinario, pues, con frecuencia, esto significa que el animal pasa mucho tiempo solo y le hacen falta los estímulos de la relación con su familia humana.
De igual manera, la sugerencia es ayudar al canino a controlar sus emociones. Para esto, existen diferentes técnicas que podrían contribuir a que el animal mejore su comportamiento de forma gradual. Por ejemplo, a la hora de ingresar a la casa, la persona debería entrar en calma y una vez la mascota se acerque, la sugerencia es mimarlo, con movimientos pausados.
De esta manera, el perro podrá entender que su amo ya está de regreso en casa y asimilará esta situación como una recompensa, por lo que disminuirá su estado de excitación con mayor facilidad y evitará el marcaje en zonas inapropiadas.