Los hongos en las uñas de los pies, también conocidos como onicomicosis, son una afección común que sufren millones de personas en todo el mundo. Esta infección fúngica puede ser molesta y, si no se trata adecuadamente, puede conducir a complicaciones más serias.
Esta molesta situación puede ser producida por diferentes tipos de hongos que se alimentan de la queratina, una proteína presente en las uñas necesaria para su bienestar y crecimiento.
Estos hongos prosperan en ambientes cálidos, húmedos y oscuros, lo que precisamente hace que los pies sean el lugar ideal para su desarrollo. La infección suele comenzar en el borde de una uña y extenderse gradualmente a otras uñas si no se trata a tiempo.
Aunque los síntomas de las onicomicosis pueden variar en intensidad y apariencia, los más comunes son el cambio de color en la uña,la cual puede tomar tonalidades amarillentas, marrones o incluso verdosas. También, puede volverse más gruesa y difícil de recortar o por el contrario, débil, quebradiza y desmenuzarse en los bordes.
En casos más graves y avanzados, la infección puede causar dolor, sensibilidad o malestar al caminar e incluso un olor desagradable.
Por estas situaciones pero además por su recurrencia en miles de personas, la onicomicosis así como muchas otras afecciones ha sido factible de tratarse a través de preparaciones caseras utilizando productos cotidianos y de fácil acceso. En el último tiempo, tres en particular han sido lo más populares para fabricar estos remedios.
Aceite de árbol de té
Este compuesto es conocido por sus propiedades antimicrobianas y antifúngicas, lo que lo convierte en un remedio popular para el tratamiento de hongos en las uñas de los pies. Aunque su eficacia puede variar en cada persona y según la gravedad de la infección, varios estudios científicos han demostrado que el aceite de árbol de té, y en particular el terpinen-4-ol, puede ser beneficioso en el tratamiento de la onicomicosis, incluso sobre aquellos que liberan esporas.
Aunque existen diferentes maneras de consumirlo, la más habitual es aplicar el aceite directamente en la zona afectada, aunque se recomienda diluirlo previamente con un aceite portador (como aceite de oliva o aceite de coco) para evitar irritaciones en la piel. En el comercio también se pueden encontrar soluciones que contienen aceite de árbol de té específicamente formuladas para tratar los hongos en las uñas.
Vinagre de manzana
El vinagre de manzana es una solución ácida que contiene ácido acético, con importantes propiedades antifúngicas y antimicrobianas. Para utilizarlo contra los hongos en los pies basta con agregar partes iguales de vinagre de manzana y agua tibia en un recipiente lo suficientemente grande para sumergir los pies y remojarlos allí durante 15 o 20 minutos al día.
Mojar una bola de algodón en vinagre de manzana y aplicarla directamente sobre la uña afectada durante unos minutos varias veces al día también es otra manera de usarse efectivamente el vinagre de manzana para la onicomicosis.
Aceite de lavanda
Este aceite contiene varios compuestos activos, incluidos los alcoholes terpénicos y los ésteres, que se cree que tienen propiedades antifúngicas y antimicrobianas. Estos componentes pueden ayudar a combatir la infección causada por los hongos en las uñas.
En su estado esencial puro puede usarse aplicando unas gotas directamente sobre la uña afectada, preferiblemente después de haber limpiado y secado bien los pies. Esto se puede realizar dos veces al día.
También funciona con otro aceite portador de oliva o de coco en una proporción de 1:1. Se debe aplicar la mezcla en la uña afectada y dejarla actuar durante unos minutos antes de enjuagar o limpiar.
Si se posee una infección fúngica persistente o grave en las uñas, es importante buscar asesoramiento médico para obtener un diagnóstico preciso y un plan de tratamiento adecuado. Además, es esencial mantener una buena higiene de los pies y tomar medidas preventivas para evitar infecciones por hongos.