Hoy 30 de mayo se conmemora el Día Mundial de la Esclerosis Múltiple (EM), una fecha que invita a generar conciencia sobre esta enfermedad huérfana. Según datos de la Federación Internacional de Esclerosis Múltiple, esta condición afecta a más de 2,8 millones de personas en el mundo y es de dos a tres veces más frecuente en mujeres que en hombres.
En Colombia, la probabilidad de padecer esta patología es de baja a intermedia y la Federación Cardiovascular de Colombia estima que, por cada 100 mil habitantes, cerca de 7 pueden llegar a padecerla.
La Esclerosis Múltiple es una enfermedad autoinmune, crónica y neurodegenerativa del sistema nervioso central, que afecta al cerebro y a la médula espinal. Esto genera la aparición de diferentes síntomas, que van desde dificultades en el habla y temblores involuntarios, hasta el entumecimiento en las extremidades, la falta de coordinación y equilibrio, y la pérdida parcial o total de la visión.
En general, se considera que la EM es una enfermedad muy heterogénea y se manifiesta de forma diferente para cada persona que la padece.
Aunque aún se desconoce la causa específica de la EM, se ha identificado que la patología obedece a la interacción de distintos factores que incluyen el sexo de las personas, su genética, la ubicación geográfica, las condiciones ambientales y sus estilos de vida.
Es importante destacar que, en gran parte de los casos, un diagnóstico y tratamiento oportuno pueden evitar el desarrollo de una discapacidad progresiva y daños irreversibles en el sistema nervioso. No obstante, para el 56% de pacientes en el mundo, el tiempo transcurrido entre los primeros síntomas y la detección de la enfermedad es de seis meses o más.
De hecho, el diagnóstico de esta enfermedad se basa en descartar otras enfermedades que pueden producir síntomas similares, lo cual se denomina “diagnóstico diferencial”.
En el pasado, muchas personas con EM progresaban en su enfermedad acumulando altos niveles de discapacidad y perdiendo, entre otras funciones, la capacidad para caminar. Sin embargo, este panorama ha venido cambiando en las últimas 2 décadas debido a la aparición de nuevos medicamentos para tratar la enfermedad.
Actualmente, para la mayoría de personas con EM, las recaídas de su enfermedad pueden prevenirse satisfactoriamente y la progresión de la condición se puede ralentizar parcialmente.
La incidencia de la Esclerosis Múltiple en mujeres
Estudios han confirmado que el 70% de personas con EM son mujeres entre los 20 y 40 años, sin embargo, las causas exactas por las que las mujeres son el grupo poblacional más propenso a sufrir esta enfermedad aún se desconocen. Algunos estudios sugieren que los niveles de hormonas sexuales femeninas (los estrógenos principalmente) pueden ser el motivo por el cual las mujeres son más propensas a la forma recurrente-remitente de la EM.
De acuerdo con Saúl Reyes, jefe de Neurología en la Fundación Santa Fe de Bogotá “La Esclerosis Múltiple es una enfermedad que se desarrolla a ritmos distintos en cada persona, dependiendo parcialmente del sexo del paciente. Algunas investigaciones han determinado que el 48% de personas que la padecen viven con dolor crónico y, dentro de este grupo, en las mujeres este síntoma es mucho más frecuente.
También existe evidencia de que la EM tiende a progresar y agravarse más rápidamente en el caso de los hombres. Adicionalmente, estudios han demostrado que más del 40% de los pacientes sufren algún tipo de disfunción sexual. Por ello, el sexo del paciente cobra importancia”.
En lo que respecta a la salud mental, los trastornos del estado de ánimo como consecuencia de la EM también son muy habituales, tanto en hombres como en mujeres. Algunos estudios muestran diferencias entre ambos sexos: mientras que la depresión es igual de frecuente en hombres que en mujeres con EM, la ansiedad es más común en las mujeres.
Asimismo, la condición de embarazo es una etapa retadora para las pacientes, ya que durante el embarazo se pueden empeorar algunos síntomas de la EM como la fatiga, los problemas de equilibrio y las alteraciones en el control de los esfínteres.
Finalmente, el especialista Saúl Reyes aclara que “el escenario de tratamiento para la Esclerosis Múltiple ha cambiado radicalmente con la aparición de medicamentos como los anticuerpos monoclonales y de agentes inmunomoduladores.
Esto ha permitido que una enfermedad que antes era muy catastrófica, ahora se considere mucho más llevadera para la mayoría de los pacientes. Sin embargo, es importante que cuando se sospeche la enfermedad, la persona sea vista tempranamente por un neurólogo que pueda solicitar los exámenes pertinentes para confirmar el diagnóstico y tratarla a tiempo”.