Por su bajo contenido en sodio e hidratos de carbono y por ser alto en potasio, las peras resultan muy recomendables para mejorar la salud de las personas, sobre todo de quienes sufren de diabetes, hipertensión arterial o afecciones cardiovasculares.

Su consumo reduce la inflamación, ayuda a la digestión, cuida al corazón, reduce el riesgo de padecer cáncer, mejora el sistema inmunológico, construye huesos fuertes, combate la diabetes y además le ayuda adelgazar.

Esta fruta puede consumir cruda, con cáscara, en jugo, combinándola con algunas otras, o como acompañante de diversos postres y ensaladas.

Cuando se preparar en jugo, la pero aporta grandes beneficios, que van desde prevenir una resaca, hasta:

Reducir la inflamación

La inflamación crónica afecta a millones de personas en el mundo, y es posible que ni siquiera se den cuenta de que viven con ella.

La pera posee propiedades antiinflamatorias debido a su alto contenido en antocianinas y flavonoides. Un estudio determinó que consumir más peras está directamente relacionado con la reducción de la inflamación en varias enfermedades crónicas.

Reduce el riesgo de cáncer

Los antioxidantes presentes en las peras pueden eliminar los radicales libres del cuerpo, los cuales son sustancias tóxicas que provocan mutaciones en el ADN de las células sanas y son precursores del cáncer.

Comerlas regularmente puede reducir el riesgo de padecer cáncer de colon y recto, cáncer de mama, cáncer de próstata y cáncer de pulmón.

Ayuda a la digestión

La peras contiene además fibra de pectina, el cual es un diurético y laxante natural. Estas fibras se unen a las grasas, carcinógenos y radicales libres en el sistema digestivo, y mejoran la salud intestinal, a la vez que promueven la desintoxicación.

La pera le ayudará a bajar de peso, ya que gracias su fibra se sentirá lleno por más tiempo. | Foto: Getty Images/iStockphoto

Construye huesos fuertes

Es fuente de vitamina K, un nutriente necesario para mantener los huesos sanos y evitar que se rompan. También son una fuente del mineral boro, el cual es necesario para la absorción de calcio.

Contra la diabetes

La fruta dulce tiene un índice glucémico bajo y también es rica en fibra, lo que conlleva a que el azúcar se libera lentamente en el torrente sanguíneo. Es decir que las peras reducen el azúcar en la sangre, lo que ayuda a prevenir la diabetes.

Acompañada de su bajo contenido calórico, la pera tiene un poder diurético que ayuda a eliminar los líquidos retenidos | Foto: Libre de derechos

Corazón sano

La fibra de pectina que contiene la pera regula el sistema digestivo y reduce el colesterol.

La fibra es capaz de eliminar el colesterol LDL o colesterol malo, favorece el flujo sanguíneo y reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares.

Así mismo es fuente de potasio, el cual tiene un efecto vasodilatador. Esta fruta reduce la presión arterial y permite que el sistema cardiovascular funcione de una mejor manera, sobre todo porque aumenta el flujo sanguíneo y el suministro de oxígeno a todos los órganos del cuerpo.

A esto se suma que los fitoquímicos antioxidantes de las peras logran mantener las arterias limpias y reducen la inflamación en el cuerpo.

Cabe mencionar que según los estudios, un mayor consumo de frutas y verduras está relacionado con un menor riesgo de enfermedad coronaria, enfermedad cardiovascular, accidente cerebrovascular y cáncer.

Ayudar a adelgazar

Comer una sola pera le hará sentir satisfecho durante mucho tiempo, por lo que evitará que este picando a cada hora. Las personas que quieren más nutrientes, fibra y energía sin calorías adicionales, deben consumir una pera.

Mejora el sistema inmunológico

Es rica en antioxidantes, incluida la vitamina C, la cual es importante para el funcionamiento del sistema inmunitario, ya que estimula la producción de los glóbulos blancos.

La pera puede consumirse de varias maneras. Una de ellas es en ensalada, acompañada de queso azul, y una vinagreta de aceite de nuez.