Según la Federación Española de Párkinson, la enfermedad de Parkinson (EP) es un “trastorno del movimiento” que “afecta al sistema nervioso de manera crónica y progresiva”.

Quienes sufren de Parkinson pierden el control de los movimientos del cuerpo | Foto: GettyImages

Si bien la población más afectada son los mayores de 65 años, el Parkinson no es un problema exclusivo de las personas mayores. Como señalan los expertos, “el 15% de los pacientes no superan los 50 años y también se pueden encontrar casos en los que la enfermedad se inicia en la infancia o en la adolescencia”.

En las etapas iniciales de la enfermedad de Parkinson, el rostro puede tener una expresión leve o nula. Asimismo, al caminar es posible que los brazos no se balanceen y que al hablar no sea comprensible la dicción, pues a medida que la enfermedad evolucione los síntomas se agravan.

Esta enfermedad se caracteriza por “la pérdida de neuronas en la sustancia negra, una estructura situada en la parte media del cerebro”. Esto provoca una deficiencia de dopamina en el cuerpo que genera que “el control del movimiento se vea alterado, dando lugar a los síntomas motores típicos, como el temblor en reposo o la rigidez”.

Un estudio desarrollado por investigadores del Baylos College of Medicine de Houston, difundido por Europa Press, reveló que el té verde puede tener componentes protectores contra el Parkinson.

Té verde | Foto: Getty Images

La explicación científica del mecanismo o acción del polifenol consiste en “inhibir la absorción de dopamina o MPP+ bloqueando al transportador de la dopamina (DAT), lo que significa que su efecto protector en el Parkinson radica en su capacidad de bloquear la absorción dependiente de DAT de la neurotoxina medioambiental”, destaca el estudio.

El consumo de este té actualmente es objeto de un debate científico, ya que se ha demostrado que algunos de sus compuestos son neuroprotectores en la EP. La composición química del té verde es altamente compleja, ya que posee diferentes clases de compuestos, entre ellos, polifenoles (~90%), aminoácidos (~7%), teanina, proantocianidinas y cafeína (~3%).

La mayor parte de los estudios epidemiológicos coinciden en concluir que el consumo de té verde tiene efectos beneficiosos en el deterioro neurodegenerativo. Así, los compuestos bioactivos de esta bebida son la gran promesa en la búsqueda de agentes terapéuticos capaces de detener el curso de la enfermedad de Parkinson.

Los compuestos bioactivos del té verde son la gran promesa en la búsqueda de agentes terapéuticos capaces de detener el curso de esta enfermedad.

Otros beneficios del té verde

La lista de las propiedades del té verde incluyen un sinnúmero de aspectos entre los que están la pérdida de peso, el efecto antiinflamatorio, la neuroprotección o la capacidad antimicrobiana.

No obstante, hay que tener en cuenta que muchos de los estudios se han llevado a cabo con animales o con extractos de los principios activos. Pero la eficacia del té verde como infusión dispone de poca evidencia científica demostrada.

Beneficios del Té verde. | Foto: Getty Images

Otros beneficios:

Aporta antioxidantes: Dentro de los muchos compuestos que proporciona esta bebida se encuentran los antioxidantes. Entre ellos, las catequinas son las más numerosas.

Previene el cáncer: Se cree que la acción de los antioxidantes del té verde puede proteger frente a la aparición y la proliferación del cáncer.

Favorece la salud cardiaca: tiene un efecto positivo en la disminución de la presión arterial y otros marcadores que representan un factor de riesgo de padecer una enfermedad cardiovascular.