La diabetes es una enfermedad crónica y metabólica que puede afectar a cualquier persona. Aparece por tener muy altos los nivales del azúcar o glucosa en la sangre. Con el paso del tiempo, puede dañar el corazón, el hígado, los riñones y los vasos sanguíneos. Por eso, si no se trata de buena manera, puede llegar a ser mortal.
La diabetes se clasifica en tres clases; la diabetes tipo 1, la diabetes tipo 2 y la diabetes de tipo gestacional. La tipo 2 es la más común y la gestacional solo aparece en mujeres en estado de embarazo. Los principales síntomas de esta enfermedad son la pérdida de visión, el aumento de la sed y la micción frecuente.
¿El café ayuda a prevenir la diabetes?
Es muy bien sabido que el café “secuestra” el hierro de los alimentos, algunas investigaciones han determinado que esta rica bebida ayuda a prevenir el cáncer u otras enfermedades degenerativas, además, se estableció que el café también puede ayudar a poner freno a la diabetes.
De hecho, en otra investigación reciente, se apunta a que el café no solo puede frenar la diabetes tipo 2, sino también que combate la obesidad, en el pasado ya se ha relacionado los beneficios del café para bajar de peso, pero esta es la primera vez que se relaciona esta bebida con la diabetes.
En el pasado la American Heart Association (Asociación Americana del Corazón) evidenció que el sobrepeso y la diabetes tipo 2 suelen ir de la mano, del mismo modo que ambos factores sueles ser concomitantes a la hora de desarrollar enfermedades cardiovasculares.
Por ese motivo, el consumo de café o de té negro, entre tres o cinco tazas diarias, se relaciona con menores índices de este tipo de enfermedades, cabe aclarar que personas que sufren de hipertensión o patologías cardíacas no deben participar de este hábito.
En esa misma línea, la British Journal Magazine, sostuvo que el consumo de café puede relacionarse con menores índices de ambas enfermedades, para ello se han valido de una aleatorización de más de 10.000 personas, centrándose en dos variantes genéticas que apuntan a como el organismo metaboliza la cafeína.
Con forme a ese estudio, se identificó que aquellas personas que metabolizan más lento la cafeína, beben menos café, no obstante, presentan niveles de cafeína en sangre más altos que los que la metabolizan más rápido, curiosamente, en cuanto más altos eran los niveles de cafeína en sangre, mayor es la tendencia a tener un índice de masa corporal y grasa más bajos.
¿Qué pasa si se toma café en las noches?
El café, té u otras bebidas con cafeína pueden hacer que una persona esté despierta y atenta durante más tiempo de lo debido. No obstante, un estudio de Science Translational Medicine Sugiere explicó que si estas bebidas se consumen por la tarde, el reloj biológico interno también se puede cambiar o alterar. Esto explica que las personas que han tomado una dosis de cafeína antes de irse a la cama, su ritmo metabólico se retrasa más de media hora.
“Ha habido estudios en otras especies como algas y moscas de la fruta, sugiriendo que la cafeína podría afectar el reloj circadiano, pero no se había hecho nada en los humanos”, explica Wright comentando el estudio que se ha publicado en Science Translational Medicine,informa The Scientist’. En dicha investigación, cinco participantes permanecieron en condiciones controladas durante 49 días. Tres horas antes de dormir, ellos recibieron una dosis de cafeína equivalente a un expreso doble, una exposición a la luz fuerte o débil o un placebo.
A continuación, los investigadores les tomaron muestras de saliva para medir los niveles de melatonina. Esta es una hormona que se acumula en el cuerpo en las horas de oscuridad e indica que es el momento de dormir. Dicho estudio reveló que las píldoras de cafeína retrasaban el auge de la melatonina nocturna en aproximadamente 40 minutos. La mitad del cambio fue provocado por la luz brillante, un estímulo bien conocido por alargar la fase circadiana.