Existen personas que prefieren las alternativas no lácteas vegetales, a la leche de vaca. Algunos aducen que lo hacen por salud, para evitar la inflamación, la irritación en el estómago o alguna molestia estomacal.

La leche de avena le ofrece diversos beneficios al organismo. | Foto: Getty Images

Un estudio realizado en el 2018 encontró que ha disminuido el consumo de leche de vaca, y que en cambio el interés por las leches alternativas ha ido aumentando con el pasar del tiempo.

Entre los diferentes tipos de leches vegetales se encuentran:

  • almendra
  • cáñamo
  • avena
  • soja
  • coco
  • arroz
  • quinoa

Algunas razones

Para algunas personas una de las principales razones es la médica y por ello eligen leches de origen vegetal sobre todo para evitar síntomas de intolerancia a la lactosa o alergia a la proteína de la leche de vaca.

Y aunque la incidencia de este tipo de alergia es menor en adultos, según los médicos en los niños alcanza el 2% o el 5% en los que son menores de 3 años.

Existe otro tipo de personas que prefieren los productos lácteos de origen vegetal porque consideran que son sostenibles, éticos y saludables en comparación con la leche de vaca.

Dolor estomacal es el que sienten muchas personas tras consumir leche de vaca. | Foto: Getty Images

Ventajas y desventajas

Leche de almendras

Es una de las variedades de leche de origen vegetal más consumidas en América del Norte, la Unión Europea y Australia. Según los investigadores, esta leche es una alternativa efectiva para niños y adultos que sufren de alergias o son intolerantes a la leche.

Comparada con la leche de vaca, la leche de almendras posee menos cantidad de grasa saturada y más grasas insaturadas.

Las grasas saludables de la leche de almendras pueden ayudar a que las personas pierdan peso y mantengan un peso saludable, sobre todo porque son bajas en calorías y proteínas,.

Quienes no desean perder peso, deberán agregar fuentes adicionales de calorías, así como elegir fuentes saludables de proteínas, que pueden ser los frijoles y el pescado.

Cabe mencionar que algunos fabricantes añaden calcio a la leche de almendras para que su contenido nutricional se parezca más al de la leche de vaca.

Dicho calcio puede ser más difícil de absorber que el de los productos lácteos, por lo que es necesario consumir calcio de otras fuentes, como los vegetales de color verde oscuro.

Existe una variedad de sabores que acompaña la leche de almendras, y hay que destacar que algunas de ellas tienen azúcar añadida para prolongar su vida útil y mejorar su sabor.

La leche está compuesta de calcio y potasio entre otros nutrientes. Solo debe buscar la opción que más se ajuste a sus necesidades. | Foto: Getty Images

Leche de avena

Tiene un sabor suave y cremoso que la hace buena para cereales, bebidas calientes y para beber sola. Esta clase de leche no es apta para personas con intolerancia al gluten o con enfermedad celíaca.

La leche de avena que no posee sabor tiene la mayor cantidad de calorías e hidratos de carbono de todas las leches de origen vegetal. Y aunque el azúcar es natural, la leche de avena es alta en carbohidratos.

Leche de soja

Es el sustituto más común de la leche de vaca. En Estados Unidos, las Guías Alimentarias 2015-2020 sugieren que las personas con intolerancia a la lactosa consuman bebidas de soya fortificadas.

Cabe mencionar que al comparar la leche de soya con la leche de almendras y avena, esta alternativa de leche tiene la mayor cantidad de proteína por porción.

Al igual que muchas otras variedades de leche de origen vegetal, los fabricantes de leche de soja suelen añadir calcio y vitamina D.

Algunas personas también consumen leche de soya por su contenido de isoflavonas, que según los investigadores sugieren que tienen efectos anticancerígenos.

Leche de vaca

Una de las razones para no consumir leche de vaca es la creciente preocupación que existe debido a los riesgos para la salud que se derivan del consumo de productos lácteos, sobre todo al tener en cuenta que un pequeño porcentaje de niños y adultos son alérgicos a la proteína que contiene este tipo de leche.

Entre los síntomas que presentan las personas alérgicas se encuentran: vómitos, diarrea, hinchazón de los labios, lengua o garganta, sangre en las heces, urticaria, sibilancias, irritabilidad y aumento de peso insuficiente.

La intolerancia a la lactosa es muy común y se presenta por la dificultad de digerir la leche de vaca. Entre los os síntomas de la intolerancia están la hinchazón, gases, diarrea y dolor abdominal tras consumir lácteos.