La llegada de un recién nacido es un momento muy significativo para los padres. Sin embargo, existen una serie de cuidados especiales que deben tenerse en cuenta para evitar el desarrollo de infecciones, entre ellas, la limpieza del ombligo.
De acuerdo con la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, tras el nacimiento del bebé, los médicos cortan el cordón umbilical dejando un muñón que, por lo general, tiende a caer y secarse durante los 15 días posteriores al nacimiento. Durante ese lapso de tiempo debe asear la zona para contrarrestar cualquier tipo de infección en el lugar.
Al respecto, sugieren hacer la limpieza con gasas y agua, sin ningún tipo de jabón hasta que el muñón no se caiga por completo. Tenga en consideración algunos signos que dan cuenta de la existencia de una infección en la zona umbilical; secreción amarillenta y maloliente; enrojecimiento o sensibilidad en la piel e hinchazón, ante alguna de estas señales se recomienda acudir por atención médica de forma inmediata.
Por su parte, la Asociación Española de Pediatría desaconseja la utilización de productos antisépticos y de antibióticos locales en el ombligo del recién nacido, sin recomendación de un profesional de la medicina.
Así puede bañar a un recién nacido durante los primeros días
MedlinePlus recomienda bañar a los recién nacidos de forma muy cuidadosa, sumergiendo un trozo de tela suave en agua tibia, escurriendo el exceso. Inicie la limpieza desde el área de la cabeza y baje por el resto del cuerpo. Preste atención especial en los pliegues de la piel y el área del pañal. Una vez finalice, seque al bebé y no aplique ningún tipo de producto sobre su piel, a menos que el médico lo haya indicado.
Tenga en cuenta que este artículo es informativo y no sustituye el concepto de un profesional del área de la salud.