Los componentes naturales del plátano, incluidas las vitaminas y los carbohidratos, contienen grandes beneficios para el organismo, no solo en términos inmunológicos.

Además, son una gran fuente de potasio y pectina, un tipo de fibra que apoya las funciones digestivas del cuerpo. Además, aportan magnesio y vitaminas C y B6 que fortalecen la salud del aparato óseo, muscular y el sistema nervioso, según el portal Mejor con Salud.

Cabe resaltar que el plátano siempre ha sido conocido por su alto contenido en potasio, de hecho, un plátano mediano contiene 422 miligramos de potasio, o cerca del 12 por ciento del valor diario recomendado del mineral, según el National Institutes of Health. El cuerpo necesita una buena cantidad de potasio para funcionar con normalidad.

El plátano siempre ha sido conocido por su alto contenido en potasio. | Foto: GettyImages

Ahora bien, la tirosina presente en los plátanos permiten producir nuevos neurotransmisores como la dopamina, epinefrina y norepinefrina. Sustancias que regulan el estado de ánimo. De hecho, la depleción de este aminoácido se relaciona con la disminución de los transmisores, según ensayos clínicos.

A su vez, estos neurotransmisores ayudan a potenciar la comunicación entre las células cerebrales, ofreciendo así mayor agilidad para recordar cosas, para ejecutar acciones, llegar a ciertas soluciones, razonar y, en resumen, potenciar los procesos cognitivos básicos, según el portal Mejor con Salud.

La tirosina además ofrece energía y alerta mental, ayuda a disfrutar de un cerebro activo.

La tirosina además ofrece energía y alerta mental, ayud a disfrutar de un cerebro activo. | Foto: Phil Leo / Michael Denora
Batido de banana y coco

Esta bebida contiene antioxidantes y ácidos grasos esenciales, cuya asimilación ayuda a proteger las células cerebrales para evitar los problemas de memoria. Asimismo, gracias a su poder energético, combate el cansancio y ayuda a mantener un buen rendimiento físico y mental.

Ingredientes:

  • Una banana madura.
  • Un cuarto de coco en trozos.
  • Cinco almendras.
  • Un vaso de leche descremada (200 ml).

Preparación:

  • Incorporar todos los ingredientes en la licuadora y procesar hasta obtener un licuado cremoso y sin grumos.
  • Servir un vaso de licuado y consumirlo a media mañana, tres veces a la semana.
Batido de banano y fresas

Ingredientes:

  • 1 plátano.
  • 8-10 fresas.
  • 1 vaso de leche, bebida vegetal o agua.

Preparación:

  • Empezar por pelar la banana y lavar las fresas. Introducir en el vaso de la batidora, junto con el líquido de elección.
  • Triturar bien hasta obtener una mezcla homogénea.
  • Este batido también resulta delicioso con frutas del bosque, arándanos o moras.
Empezar por pelar la banana y lavar las fresas. Introducir en el vaso de la batidora, junto con el líquido de elección. | Foto: Foto: Getty images.
Batido de banano y naranja

Ingredientes:

  • 1 plátano pequeño.
  • 1/2 taza de leche vegetal o de agua (125 mililitros).
  • 1 naranja mediana.
  • 1 o 2 cucharadas de copos de avena (opcional).

Preparación:

  • Para empezar pelar y cortar las frutas en varios trozos.
  • Introducirlos en el vaso de la batidora, agregar el agua o la bebida vegetal y triturar durante un par de minutos.
  • Si se desea, se puede añadir la avena en copos, para un resultado más energético y saciante.
  • Tras obtener una bebida homogénea, consumirla sin colar.

Otros beneficios del banano

  • Los plátanos contienen un nivel elevado de potasio. En un plátano de 150 gramos hay, más o menos, unos 600 miligramos de potasio, un nivel tan interesante como saludable para consumir una vez al día.
  • También son muy ricos en vitamina B6 y ácido fólico, imprescindibles para favorecer el impulso nervioso y ayudar a mejorar la circulación sanguínea cerebral. De hecho, los expertos recomiendan la suplementación con ácido fólico antes y durante el embarazo para prevenir problemas relacionados con la formación del tubo neural.
  • El plátano suele digerirse bien, pero hay que comerlos poco a poco para favorecer la salivación. En ocasiones ciertos alimentos tardan mucho tiempo en poder ser trasformados en nutrientes en el intestino, lo cual se traduce en dolor de estómago, cansancio y apatía.