Las hierbas aromáticas no solo tienen un uso culinario, sino que también se caracterizan por sus notables propiedades medicinales.
En las civilizaciones antiguas, el tomillo adornaba las mesas por su llamativo aroma, aunque también se le atribuían poderes curativos, ya que con él se trataban diversas enfermedades respiratorias e intestinales.
Para Alfredo Carpintero Angulo, reconocido por el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Toledo, el cual cuenta con una Diplomatura en Nutrición Humana y Dietética, cada 100 gramos de tomillo tiene un importante valor nutricional.
Por ello es efectivo contra bacterias y hongos, ayuda a prevenir infecciones y mantiene la salud oral.
Esta hierba es capaz de mejorar el sistema inmunológico, ya que es rico en vitaminas y minerales esenciales, como la vitamina C y A, las cuales ayudan al cuerpo a combatir enfermedades como los resfriados y la gripe.
Posee propiedades antiinflamatorias naturales, es decir que es capaz de ayudar a reducir la inflamación en el cuerpo y aliviar los dolores que produce la artritis.
Esta planta facilita la digestión y alivia los problemas gastrointestinales como la indigestión y la hinchazón.
Esta planta puede incluso reducir el riesgo de enfermedades crónicas y retardar el proceso de envejecimiento, todo ello gracias a los antioxidantes que posee como los flavonoides, que combaten los radicales libres en el cuerpo.
Uno de los beneficios más conocidos de esta planta es su apoyo a los problemas respiratorio, ya que sus compuestos ayudan a aliviar los síntomas de afecciones como el asma, la bronquitis y la tos. Asi mismo actua como expectorante natural.