Una de las bebidas más consumidas son las infusiones naturales hechas con plantas medicinales y propiedades que benefician al organismo. Dentro de los efectos positivos que provoca en el cuerpo está el de “barrer” la inflamación abdominal y la pérdida de colágeno.
Pese a que son muchas las opciones que hay para estas afecciones, como por ejemplo, la manzanilla o el poleo, hay otras que se suman a los efectos digestivos, así como otras propiedades. Se trata de la combinación entre el limón y la linaza (semillas de lino).
Dentro de los beneficios más citados del agua con limón en ayunas es su capacidad para estimular la digestión. El limón es una fuente natural de ácido cítrico, que puede ayudar a aumentar la producción de enzimas digestivas en el estómago.
Esto, a su vez, puede facilitar la digestión de los alimentos y reducir la sensación de hinchazón o acidez estomacal. Sin embargo, no todas las personas experimentan estos efectos de la misma manera, y algunas pueden encontrar que el ácido cítrico del limón empeora sus problemas digestivos.
De hecho, la cáscara de limón tiene pectooligosacáridos que generan efectos prebióticos para los humanos, así lo confirmó una investigación publicada en Food & Function.
Este respectivo estudio respalda uno de los beneficios por los que se ha utilizado el té de cáscaras de limón durante muchos años, se trata precisamente de la sensación de alivio que genera esta bebida en la hinchazón estomacal, la dispepsia y el estreñimiento.
Por su parte, las semillas de lino o linaza, dentro de una dieta equilibrada, pueden ser de las mejores aliadas para la microbiota intestinal, ya que son una buena fuente de fibra y ácidos grasos.
Además, según los especialistas de la Clínica Mayo, generalmente se utilizan ya sea al natural o en aceite, para mejorar la salud digestiva o aliviar el estreñimiento, pero también puede ayudar a reducir el colesterol total en sangre y los niveles de lipoproteína de baja densidad (LDL, o colesterol “malo”), lo cual puede ayudar a disminuir el riesgo de enfermedad cardíaca.
Como se mencionó anteriormente, la linaza ees gran fuente de fibra, lo que puede contribuir a la reducción del riesgo de padecer enfermedades crónicas como la diabetes tipo II o la hipertensión. La fibra además ayuda a que el tránsito intestinal se active, por lo que ayuda a las personas que sufren de estreñimiento a ir al baño.
¿Cómo preparar la infusión?
Cuando se fusionan las cáscaras de las semillas de lino con el limón generan un efecto digestivo. “Para prepararla, la proporción sería dos cucharadas de linaza por cuatro tazas de agua: se incorporan las semillas al agua hirviendo y tras cuatro minutos se aleja del fuego y se deja reposar. A continuación, se cuela el agua y una vez que se enfríe se pueden añadir unas gotas de limón para darle un toque cítrico a la bebida”, precisó el portal 20minutos.