Las vitaminas son micronutrientes esenciales para el organismo humano, pues proporcionan energía para cumplir diferentes funciones. Cada una de estas tiene propiedades específicas que responden a las necesidades de diferentes sistemas del cuerpo. Algunas, por ejemplo, son clave para evitar el envejecimiento de cerebro. Entre las vitaminas que aportan mayores beneficios para la salud del cerebro están: C, D y B.
Vitamina C
Esta vitamina es antioxidante, es decir, combate el daño que causan los radicales libres, responsables del proceso de envejecimiento. Además, es importante para la piel, los huesos y el tejido conectivo. Por esa razón, promueve la curación y ayuda al cuerpo a absorber el hierro.
Aunque está presente en todas las frutas, la vitamina C se encuentra en mayor medida en los cítricos, como la naranja, el limón y la mandarina. En el caso de las verduras, es común en pimentones rojos y verdes, tomates, brócoli y otras verduras de hoja verde.
Vitamina D
Este nutriente tiene propiedades importantes para el sistema nervioso, muscular e inmunitario y puede obtenerse por medio de la exposición al sol. Entre los alimentos que la contienen están las yemas de huevo, el pescado y el hígado.
Vitamina B
Existen ocho tipos de vitamina B y de estas casi la mitad tienen propiedades antienvejecimiento. La piridoxina (B6), por ejemplo, está presente en casi todos los alimentos y participa en la producción de glóbulos rojos y anticuerpos.
Ácido fólico
El ácido fólico es clave para la maduración de los glóbulos rojos y la producción de nuevas células, por lo que tiene un efecto antienvejecimiento. Esta puede encontrarse en alimentos como los guisantes, semillas de girasol, espinacas, acelgas y remolacha.
Finalmente, la vitamina B12 es necesaria para el metabolismo de las proteínas, la producción de glóbulos rojos y el normal funcionamiento del sistema nervioso.
Vitaminas para prevenir el alzheimer
La demencia y el alzheimer son enfermedades neurodegenerativas que afectan a millones de personas en todo el mundo. A medida que la investigación avanza en la comprensión de estas condiciones, se ha descubierto que ciertas vitaminas desempeñan un papel fundamental en la prevención y el retraso de su aparición. Según prestigiosos institutos, existen algunas vitaminas esenciales que se deben considerar para promover la salud cerebral y reducir el riesgo de demencia.
La vitamina E es una de las vitaminas más destacadas en relación con la prevención de la demencia. Según la Asociación Alzheimer de EE. UU., esta vitamina tiene propiedades antioxidantes que pueden ayudar a proteger las células cerebrales del estrés oxidativo, un proceso que se cree que contribuye al desarrollo de enfermedades neurodegenerativas. El Instituto Nacional sobre el Envejecimiento de Estados Unidos (NIA, por sus siglas en inglés) recomienda consumir alimentos ricos en vitamina E, como nueces, semillas, aceites vegetales y verduras de hoja verde.
Otra vitamina que ha demostrado beneficios para la salud cerebral es la vitamina B12. De acuerdo con el NIA, la deficiencia de vitamina B12 ha sido asociada con un mayor riesgo de deterioro cognitivo y demencia. Se recomienda incluir alimentos fortificados con vitamina B12, como cereales, productos lácteos y alimentos de origen animal, en la dieta diaria.
Además de la vitamina E y la vitamina B12, las fuentes oficiales también mencionan otras vitaminas importantes para la salud cerebral. La vitamina C, por ejemplo, es un antioxidante que puede ayudar a proteger las células cerebrales del daño oxidativo. Se encuentra en abundancia en frutas cítricas, bayas, pimientos y otras frutas y verduras frescas. Asimismo, la vitamina D ha demostrado tener efectos positivos en la salud cerebral y se puede obtener a través de la exposición solar moderada y el consumo de alimentos fortificados.