La cúrcuma es una de las especias más usada en el mundo, de origen asiático, esta raíz llegó a occidente desde hace miles de años y ha sido usada para diferentes finalidades, como la cocina, tema cosmético e incluso en la medicina alternativa.
Este elemento es reconocido por rico en propiedad antiinflamatorio y drenador, por lo que ayuda en los procesos de retención de líquidos originados por la tiroides cuando fallando o si ha sido extirpada.
Es importante destacar que los curcuminoides de esta raíz, compuestos activos que han demostrado disminuir la inflamación, lo que es beneficioso para aliviar el dolor causado por enfermedades inflamatorias en los músculos y las articulaciones.
Además de esto, contienen grandes cantidades de antioxidantes, por lo cual esta especia protege las células del daño causado por los radicales libres al combatir el estrés oxidativo del cuerpo. Teniendo esto en cuenta, ayuda a mejorar la salud celular y disminuir el riesgo de enfermedades crónicas.
Para la preparación se debe mezclar una de taza de cúrcuma en polvo con media taza de aceite de coco líquido en un recipiente pequeño y resistente al calor.
Añada entre una y dos cucharadas de pimienta negra y agregue una taza de agua a la mezcla en la sartén y revuelva todos los ingredientes bien. Calienta la mezcla a fuego bajo y revuelve durante unos 5 a 7 minutos, hasta que espese y se convierta en una pasta suave y homogénea.
Asegúrese de no calentarlo demasiado para evitar que se queme, una vez listo, retire la pasta y deja que se enfríe completamente.
Recuerde que esta pasta se puede untar a galletas de solla, u otro alimento, además de comerse directamente. Se recomienda un consumo de al menos tres veces a la semana, parta notar sus beneficios.