El crecimiento desmedido de las ciudades y el uso inadecuado de los dispositivos tecnológicos están haciendo que cada vez en el mundo haya más ruido y por ende, más personas con problemas de audición.

Solamente en Colombia hay 5 millones de personas en riesgo de pérdida auditiva y alrededor de 500.000 que ya padecen sordera. De esa cifra, 30.000 corresponden a niños de 0 a 9 años de edad.

Apropósito del Mes Internacional de la Audición que se celebra este mes, hay un dato que tiene atónita a la población: en la actualidad, existen alrededor de 466 millones de personas que sufren sordera moderada o severa y se estima que en 2030 la cifra llegará a 630 millones.

“Este es un llamado a que cada año nos hagamos una audiometría, que la cubre el Plan Obligatorio de Salud. Lamentablemente como no tenemos esa cultura de detección vemos señales de alerta cuando la persona empieza a pedir que le repitan las palabras, se dejan de escuchar ruidos de frecuencias altas como las voces femeninas o los timbres de un teléfono”, comenta Andrea Bravo, directora Clínica para América Latina de MED-EL, una empresa austriaca productora de dispositivos para pacientes con algún tipo de sordera.

La pérdida de la audición o hipoacusia genera consecuencias para el paciente: discriminación laboral, soledad y depresión si no existe un acompañamiento familiar y social adecuados, sin contar las reducidas oportunidades de conseguir un empleo.

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Según cifras de la OMS, en la actualidad hay cerca de 34 millones de niños menores de 15 años con alguna discapacidad auditiva en el mundo, mientras que una de cada tres personas mayores de 65 años tiene algún grado de hipoacusia en la actualidad.

Se calcula que 70 % de las causas de la sordera tiene un origen congénito, es decir, aquellas que determinan la pérdida de audición en el momento del nacimiento o poco después y que pueden obedecer a factores hereditarios y no hereditarios, complicaciones durante el embarazo y el parto, o el uso inadecuado de ciertos medicamentos.