Los antioxidantes son sustancias naturales que pueden prevenir o retrasar algunos daños a las células. Estos se encuentran en alimentos como frutas y verduras, pero también en suplementos dietéticos. Una de las frutas con mayor contenido de antioxidantes es la uva.
De acuerdo con el portal Infoagro, 100 gramos de uvas aportan solo medio gramo de grasa, medio gramo de proteína, pero casi 18 gramos de hidratos de carbono y uno de fibra. El mineral más destacado de la uva es el potasio, pero también aporta cantidades significativas de fósforo y calcio, y en menor cantidad de magnesio, hierro y zinc.
La uva también se caracteriza por su alto contenido de vitamina C, así como pequeños aportes de vitaminas del grupo B (vitamina B1, B2 y B6), vitamina A, folacina, vitamina E y niacina.
Gracias a todos estos nutrientes y especialmente su alta cantidad de antioxidantes, la uva es todo un superalimento. Esta fruta contiene resveratrol y antocianinas, que son altamente recomendables para la salud cardiovascular.
Además, sus polifenoles son recomendables para la función endotelial, lo que significa que ayudan a las células de los vasos sanguíneos a producir óxido nítrico, que favorece una mejor circulación. Por sus fitoquímicos, las uvas se recomiendan para prevenir y combatir la diabetes, pues ayudan al equilibrio glucémico de la sangre, a la vez que estimulan el páncreas y la producción de insulina.
El alto contenido en potasio y sus bajas proporciones de sodio convierten a las uvas en alimentos ideales para controlar la hipertensión y mejorar la circulación sanguínea. Mientras tanto, la presencia de hierro contribuye a fortalecer el sistema inmunológico y a prevenir la anemia y la ferropenia y el fósforo es fundamental para aliviar la fatiga y el cansancio.
Un reciente estudio realizado por la Universidad de California y publicado en la revista Nutrients explica que el consumo de uvas podría ser beneficioso para la microbiota intestinal, como también para reducir los niveles de colesterol y los ácidos biliares.
En el análisis, los participantes tomaron una taza y media de uvas al día durante cuatro semanas y los resultados arrojaron un incremento de la diversidad microbiana, un aumento de bacterias que metabolizan lípidos y glucosa y una mejora de la integridad del revestimiento intestinal. También la presencia de fibra y agua combate el estreñimiento y facilita la movilidad intestinal y la eliminación del ácido úrico, previniendo la gota.
Una de las mayores virtudes de las uvas es que los flavonoides y antioxidantes naturales ayudan a mantenerse joven, luchar contra los radicales libres responsables de la oxidación celular y cuidar del sentido de la vista, por lo que puede ser favorable para prevenir las cataratas, la degeneración macular y la pérdida de agudeza visual.
Sus propiedades para combatir los radicales libres también se reflejan en la salud de la piel, pues las uvas contribuyen a la formación de colágeno, efecto antioxidante que se extiende al hígado y al riñón. Son más los beneficios de la uva, pues la presencia de ácido fólico o folatos contribuye al adecuado desarrollo del bebé durante el embarazo, previniendo anomalías o malformaciones como la espina bífida.
Aunque todas las frutas tienen diversos beneficios para la salud del organismo, el portal Mejor con Salud, explica que las uvas moradas son más recomendables gracias al alto contenido de taninos y polifenoles, pues ayudan a combatir los radicales libres y a evitar el envejecimiento prematuro. También son el mejor aliado si el objetivo es reducir los niveles de colesterol malo o LDL y prevenir la formación de placa en las arterias, causante de accidentes y enfermedades cardiovasculares.