Consumir suficiente vitamina B12 a través de la dieta o de suplementos, puede ser especialmente beneficioso para la salud de las mujeres y en especial a partir de los 50 años y después de la menopausia.
Reforzar la dosis de esta en el organismo se consigue principalmente con la ingesta de alimentos como las carnes, en especial de res, pollo y pescado; en los huevos y los lácteos (claro está, sin exceder su consumo). Es por eso que los profesionales insisten que cuando una persona es vegana o vegetariana debe suplementarse con esta vitamina, ya que a través de los alimentos no será muy sencillo obtener este nutriente. De no ser así, indican los especialistas, terminará desarrollando una deficiencia a largo plazo.
Cabe destacar que la suplementación con esta vitamina no supone riesgos para la salud y es totalmente segura su ingesta.
También se le conoce como cobalamina, y es la estructura química más compleja. Fue descubierta en 1920 cuando un médico estadounidense trataba de encontrar la cura para la anemia perniciosa analizando la dieta de los perros fue de dicha forma que , descubrió que los animales que consumían hígado se recuperaban con mayor rapidez, lo que se debía principalmente a la alta presencia de hierro y vitamina B12 en ese alimento.
¿De dónde proviene la vitamina B12?
Esta vitamina pertenece al grupo de las vitaminas B y se encuentra fácilmente en los alimentos de origen animal, por esa razón, es un nutriente que ayuda a mantener sanas las neuronas y los glóbulos sanguíneos. Además, contribuye a la elaboración del ADN. También previene la anemia megaloblástica, que provoca cansancio y debilidad en las personas.
La B12 se encarga, asimismo, de mantener en salud las neuronas, el cerebro y los glóbulos sanguíneos. Es un nutriente que, generalmente, refuerza el sistema nervioso y la concentración, también, es esencial para la generación de glóbulos rojos, el metabolismo celular, la metabolización de los aminoácidos y la creación del ADN.
Sumado a todos esos benficios reduce el cansancio, la fatiga y aumenta la energía necesaria para que el cuerpo pueda hacerle frente a las actividades del día a día, por eso, es fundamental para el rendimiento de los deportistas, ya que durante el entreno es muy común que se presente la pérdida de minerales y nutrientes.
El aporte de esta vitamina y otros nutrientes será clave para aumentar la masa muscular y recuperar fuerza y resistencia.
Alimentos que la contienen
La cantidad de vitamina B12 que una persona necesita por día depende de su edad y de su condición física. Por ejemplo, los vegetarianos y veganos, los deportistas profesionales y las personas con un alto nivel de estrés deberían consumir una mayor cantidad de vitamina B12. Aunque esta la podemos encontrar en una gran cantidad de alimentos de origen animal; de todos estos, los que contienen un mayor aporte son el hígado de vacuno, los mariscos al vapor, las ostras cocidas y las almejas.
Se le suman, el pescado (sobre todo el arenque, el salmón, el atún y la trucha), la carne de ave, la carne cocida, los huevos, la leche de vaca en polvo y otros productos lácteos como el queso mozzarella, el queso suizo y el yogur (sin embargo, estos alimentos lácteos por su niveles de grasas trans es importante no consumirlos en exceso).
No hay muchos alimentos de origen vegetal ricos en vitamina B12, al menos de forma natural. Es por eso que aquellas personas que su dieta sea exclusivamente vegetariana deben adquirir esta vitamina a través de suplementos o con alimentos o bebidas fortificadas. Entre estas últimas se hallan las bebidas vegetales (bebidas de almendra, soja, coco o avena). Una opción muy interesante para los veganos es la ingesta de levadura nutricional. Rica en vitamina B12, es muy similar a la levadura de cerveza. Pero, a diferencia de esta, se halla libre de lácteos, gluten y soja.
Cómo saber que le falta vitamina B12
- Diarrea o estreñimiento.
- Fatiga, falta de energía o mareo al pararse o hacer esfuerzo.
- Pérdida del apetito.
- Piel pálida.
- Sentirse irritable.
- Problemas de concentración.
- Dificultad respiratoria, sobre todo durante el ejercicio.
- Inflamación y enrojecimiento de la lengua o encías sangrantes.