Las personas delgadas sanas pueden desarrollar una enfermedad del hígado graso no alcohólico (NAFLD, en sus siglas en inglés), aunque esto es mucho más común entre las personas con obesidad y anomalías metabólicas, de acuerdo con una investigación presentada en el evento mundial de medicina The Liver Meeting 2018, organizado por la AASLD (American Association for the Study of Liver Diseases).

Según el portal web de la Asociación Catalana de Pacientes Hepáticos, NAFLD y su forma más grave, la esteatohepatitis no alcohólica (NASH, en sus siglas en inglés), son una preocupación creciente a medida que aumentan las tasas de obesidad alrededor del mundo. NAFLD y NASH generalmente se asocian con el síndrome metabólico, un conjunto de afecciones, que incluyen exceso de grasa abdominal, presión arterial alta, resistencia a la insulina y niveles elevados de colesterol LDL y triglicéridos, que aumentan el riesgo de padecer una enfermedad cardiovascular.

La acumulación de grasa en el hígado desencadena la inflamación y el desarrollo del tejido cicatricial (fibrosis), que con el tiempo puede provocar cirrosis y cáncer de hígado. En la actualidad que la vacunación contra la hepatitis B está muy extendida y la mayoría de las personas con hepatitis C pueden curarse con antivirales de acción directa, la enfermedad del hígado graso representa una proporción creciente de la enfermedad hepática avanzada y los trasplantes de hígado. Pero hasta el momento, de acuerdo con la asociación, no hay buenos tratamientos y la gestión se basa en cambios en el estilo de vida, como la pérdida de peso.

La acumulación de grasa en el hígado desencadena la inflamación y el desarrollo del tejido cicatricial (fibrosis), que con el tiempo puede provocar cirrosis y cáncer de hígado. | Foto: ©Sebastian Kaulitzki - stock.adobe.com

Resultados del estudio

En Estados Unidos, alrededor del 7% al 10% de las personas con NAFLD se consideran delgadas, señalaron los investigadores como antecedentes de su investigación. Aunque estos sujetos parecen ser menos metabólicamente poco saludables que las personas obesas con NAFLD, tienen más anomalías metabólicas que las personas delgadas sin NAFLD. Sin embargo, NAFLD entre las personas que son delgadas y metabólicamente normales no se entiende bien.

El equipo de Golabi analizó los datos de la Encuesta Nacional de Examen de Salud y Nutrición (NHANES, en sus siglas en inglés), una encuesta de hogares en curso que pregunta a los participantes sobre su estado de salud y recolecta muestras para las pruebas. Este estudio utilizó datos de NHANES III, que abarcan desde 1988 hasta 1994.

Contraer diabetes es el principal riesgo para NAFLD en personas con baja de peso. | Foto: Getty Images

La población de estudio incluyó 3.242 individuos delgados y 2.952 obesos. Las personas delgadas se definieron como aquellas con un índice de masa corporal (IMC) de 25 o menos y una circunferencia de la cintura de 90 cm o menos para los hombres o de 80 cm o menos para las mujeres. Las personas obesas eran aquellas con un IMC superior a 30 y una circunferencia de cintura de más de 102 cm para los hombres o más de 88 cm para las mujeres.

NAFLD se definió como esteatosis moderada a grave, o acumulación de grasa en el hígado, según lo determinado por la ecografía hepática, en ausencia de otras causas de enfermedad hepática crónica como la hepatitis B o C o el consumo excesivo de alcohol. Las personas sin diabetes, hipertensión o lípidos elevados en la sangre se consideraron metabólicamente normales. Las personas metabólicamente normales eran en promedio los más jóvenes y más propensas a ser mujeres (69% frente a 42%).

Tanto hombres como mujeres tienen la misma probabilidad de tener NAFLD. | Foto: Getty Images

Entre la población general, el 19,6% tenía NAFLD, incluyendo el 18,1% con cualquier condición metabólica y el 1,5% considerado metabólicamente normal. Las personas obesas tenían la prevalencia más alta de NAFLD, con un 39,4%, incluyendo un 38,4% con cualquier condición metabólica y un 1% que eran metabólicamente normales. En el grupo de personas delgadas, el 7,7% tenía NAFLD, incluido el 5,5% con condiciones metabólicas y el 2,2% considerado metabólicamente normal.

En general, los hombres y mujeres delgados tienen la misma probabilidad de tener NAFLD. La prevalencia de NAFLD en personas delgadas y sin anomalías metabólicas fue del 4,4% en los hombres y del 7,1% en las mujeres.