El hígado es el órgano de mayor tamaño en el cuerpo humano, el cual, ayuda a digerir los alimentos, a eliminar las toxinas y a almacenar energía, según el servicio informativo en línea de salud, Medline Plus.

Pero este órgano puede verse afectado por diferentes enfermedades como cáncer, hepatitis, cirrosis, entre otras. Una de las más comunes es el hígado graso, una afección en la que se acumula grasa en el hígado.

Según explicó Medline Plus, esta enfermedad tiene dos tipos: el del hígado graso no alcohólico y el del hígado graso por alcohol, también, llamado esteatosis hepática alcohólica.

De acuerdo con el servicio informativo Medline Plus, producido por la Biblioteca Nacional de Medicina de EE. UU. (NLM, por sus siglas en inglés), el hígado graso no alcohólico no está relacionado con el consumo de alcohol y, también, se divide en dos tipos:

  1. Hígado graso simple es cuando hay poca grasa en este órgano. No se presenta inflamación ni daño en las células. “En general, el hígado graso simple no es demasiado serio para causar daño o complicaciones al hígado”, informó MedlinePlus.
  1. Esteatosis hepática no alcohólica es cuando se tiene inflamación y daños en las células del órgano, aparte de grasa. Lo anterior podría causar fibrosis o cicatrización del hígado. Es de agregar que la esteatosis desencadenaría cáncer de hígado o cirrosis, según el portal de salud.
El hígado graso es una afección que puede derivar en complicaciones de salud. | Foto: Getty Images

“Su hígado descompone la mayor parte del alcohol que bebe para que sea eliminado del cuerpo, pero el proceso de descomposición puede generar sustancias dañinas. Estas sustancias pueden dañar las células del hígado, provocar inflamación y debilitar las defensas naturales del cuerpo. (...) La enfermedad del hígado graso por alcohol es la etapa más temprana de la enfermedad del hígado por el alcohol (o hepatopatía alcohólica), luego, siguen la hepatitis alcohólica y la cirrosis”, aclaró Medline Plus.

Y aunque no se conoce como tal la causa del hígado graso, expertos, citados por Medline Plus, señalan que se presenta con más frecuencia en personas que tienen obesidad, diabetes tipo II o prediabetes, presión arterial alta, altos niveles de lípidos (grasas) en la sangre, como colesterol y triglicéridos o en quienes pierden peso rápidamente, entre otros.

Pero el hígado graso se puede combatir de diferentes maneras, como por ejemplo consumiendo frutas, haciendo ejercicio o disminuyendo peso. etc.

En la nota titulada “frutas para limpiar el hígado”, publicada, además, en la página web de Mundo Deportivo, se explicó que las mejores frutas para evitar el hígado graso y limpiar ese órgano son las que cuentan con un “alto grado de antioxidantes”. La razón se debe a que favorecen la eliminación de “radicales libres y grasas retenidas”.

En ese sentido, en la lista de las frutas se encuentran la manzana que actúa como antioxidante natural y los cítricos que favorecen la depuración del hígado.

Uno de los cítricos que más se destaca es el limón, sin embargo, es de mencionar que algunas personas no toleran su consumo.

La manzana tiene varias propiedades que ayudan a prevenir todo tipo de enfermedades. | Foto: Getty Images

De otro lado, la naranja también es de las frutas que se convierten en una ‘mano amiga’ por ser un potente depurativo natural y por favorecer a la eliminación de radicales libres.

“Sus propiedades antioxidantes son ideales, además, ayuda a prevenir enfermedades relacionadas con el hígado y evita la aparición de tumores y patologías similares”, explicó Mundo Deportivo.

En pocas palabras, las frutas que permiten tener un hígado más limpio y, también, sano, son las siguientes: manzana, limón, naranja, pomelo. Esta última es conocida como toronja.

Foto de referencia | Foto: El País