Además de ser un alimento básico en la canasta familiar de los hogares de muchos países como Colombia, el arroz es una fuente importante de energía y nutrientes. Por esa razón, incluirlo en la dieta es buena idea. No obstante, es necesario tener precaución a la hora de prepararlo, pues consumir arroz sin lavar podría traer consecuencias para la salud.

Y es que ingerir este grano sin lavar podría incrementar el consumo de metales nocivos para el organismo como el arsénico. De acuerdo con un estudio realizado en Zhengzhou, China, por el Colegio de Ciencia y Tecnología de Alimentos de la Universidad Tecnológica de Henan, lavar y remojar el arroz es esencial.

Al decidir si lavar o no el arroz antes de cocinarlo, es importante considerar las recomendaciones del fabricante y las preferencias personales.

El arsénico inorgánico es un carcinógeno del grupo 1 y el consumo de arroz puede ser una vía de exposición a este metal. Aunque, según la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) en Estados Unidos, los niveles de este metal en el arroz son muy bajos para causar daños a corto plazo.

Los riesgos del arsénico para el ser humano

La Organización Mundial de la Salud advierte que la exposición prolongada al arsénico a través del consumo de agua y alimentos puede derivar en enfermedades como cáncer, lesiones cutáneas, problemas de desarrollo, enfermedades cardiovasculares, neurotoxicidad y diabetes.

En este sentido, la Administración de Alimentos y Medicamentos estimó que la exposición al arsénico inorgánico en el arroz causa cuatro casos adicionales de cáncer de pulmón y vejiga por cada 100 mil personas en Estados Unidos.

Lavar el arroz antes de cocinarlo puede ayudar a obtener una textura más suelta y esponjosa, según expertos en nutrición. | Foto: Getty Images

Sus efectos también pueden ser nocivos, teniendo en cuenta la etapa de la vida en la que una persona se encuentra, pues la FDA ha evidenciado que la alta ingesta de este metal tóxico vía alimentos puede causar efectos adversos durante el embarazo y en el desarrollo intelectual temprano de los niños.

A pesar de esto, no hay bases científicas que cataloguen el arroz como un riesgo potencial para la salud. Por esta razón, los expertos solo sugieren limitar su consumo en niños de 3 a 9 años de edad y en adultos alternar con otros granos.

¿Qué pasa si no se lava el arroz?

El arroz crudo contiene almidón que puede dejar una textura pegajosa y blanda si no se lava antes de la cocción. El lavado elimina el exceso de almidón y ayuda a obtener una consistencia más suelta y esponjosa.

Lavar el arroz antes de cocinarlo puede contribuir a eliminar polvo, suciedad y posibles contaminantes presentes en los granos. Esto es especialmente importante si el arroz no ha sido previamente procesado y puede ayudar a mantener la seguridad alimentaria.

Al lavar el arroz, es posible que se pierdan nutrientes solubles, como vitaminas y minerales, que se encuentran en el agua de lavado. Sin embargo, los expertos destacan que esta pérdida es mínima en comparación con la cantidad total de nutrientes presentes en el arroz cocido.

Los expertos enfatizan la importancia de seguir las recomendaciones específicas del fabricante del arroz, ya que algunos tipos pueden requerir un enjuague previo antes de la cocción. Además, considerar las preferencias personales y culturales también es relevante al decidir si lavar o no el arroz antes de cocinarlo.

Expertos señalan que existen varias razones por las que es preferible lavar el arroz antes de consumirlo. | Foto: Getty Images

En última instancia, la decisión de lavar el arroz antes de cocinarlo es una práctica personalizada. Algunas personas prefieren lavarlo para modificar la textura y eliminar impurezas, mientras que otras optan por no hacerlo por conveniencia o por considerar que la pérdida de nutrientes es mínima.

La decisión de lavar o no el arroz antes de cocinarlo es una elección personal basada en preferencias y necesidades individuales. Si bien lavar el arroz puede tener beneficios en términos de textura y remoción de impurezas, también es importante tener en cuenta las recomendaciones específicas del fabricante y seguir buenas prácticas de higiene en la cocina.