La cúrcuma, científicamente conocida como Curcuma longa, es una planta perenne que pertenece a la familia del jengibre (Zingiberaceae) y es nativa de la región del sudeste asiático. Es ampliamente conocida y utilizada tanto en forma de especia en la cocina como en la medicina tradicional en muchas partes del mundo.
La parte de la cúrcuma que se utiliza con mayor frecuencia es el rizoma, una raíz subterránea de la planta. El rizoma de cúrcuma se seca y luego se muele para producir el polvo amarillo-anaranjado característico que se utiliza como especia. Este polvo de cúrcuma es lo que da color y sabor a muchos platos, especialmente en la cocina del sur de Asia.
La cúrcuma es conocida por su sabor cálido y ligeramente amargo, y es un ingrediente clave en la preparación del curry en la cocina india. También se utiliza en muchas otras preparaciones culinarias y bebidas, como el “latte de cúrcuma”.
Además de su uso culinario, esta planta ha sido valorada por sus posibles beneficios para la salud. Contiene un compuesto llamado curcumina, que se ha estudiado por sus propiedades antioxidantes y antiinflamatorias. Se ha investigado su potencial en el tratamiento de diversas afecciones y enfermedades, aunque la investigación está en curso.
Es importante destacar que la cúrcuma sola no es muy biodisponible en el cuerpo humano, lo que significa que el cuerpo no la absorbe fácilmente. Por esta razón, en algunos casos, se utiliza en suplementos dietéticos que contienen curcumina en forma de extracto concentrado, y se suele combinar con pimienta negra, que contiene piperina, para mejorar su absorción.
Se ha investigado la cúrcuma por sus posibles beneficios para la salud y algunas de estas propiedades, sobre todo si se incorpora como parte de una dieta diaria, incluyen:
- Alto aporte de antioxidantes que pueden ayudar a combatir los radicales libres y reducir el daño celular.
- Propiedades antiinflamatorias que pueden ser útiles para tratar afecciones inflamatorias, como la artritis.
- Posible apoyo a la salud del corazón al ayudar a mantener niveles saludables de colesterol.
- Potencial efecto neuroprotector y mejora de la función cerebral.
- Posible apoyo en la prevención y el tratamiento de ciertos tipos de cáncer.
Aunque la cúrcuma es generalmente segura cuando se consume en cantidades moderadas en la dieta, algunas personas pueden experimentar efectos secundarios si la consumen en exceso o si toman suplementos de curcumina en dosis altas. Estos efectos secundarios pueden incluir problemas gastrointestinales como acidez estomacal, diarrea o náuseas.
Además, las personas que toman medicamentos anticoagulantes o que tienen cálculos biliares deben hablar con un profesional de la salud antes de consumir cúrcuma en grandes cantidades, ya que puede tener interacciones con estos medicamentos o empeorar los síntomas de los cálculos biliares.
Cúrcuma para eliminar manchas de la cara
Para el caso de las manchas en la cara, la cúrcuma a través de su ingrediente principal, la curcumina, tiene altos niveles de antioxidantes que ayudan a proteger la piel de los daños causados por los radicales libres, los cuales contribuyen al envejecimiento prematuro de la piel y a la formación de manchas.
La curcumina también es conocida por sus propiedades antiinflamatorias, lo que significa que puede ayudar a reducir la inflamación en la piel. Algunas manchas en la cara, como las causadas por la exposición solar, pueden estar asociadas con esta situación.
Además, algunas investigaciones han sugerido que la cúrcuma tiene propiedades aclarantes de la piel debido a su capacidad para inhibir la producción excesiva de melanina, el pigmento responsable de su color. Esto podría ayudar a reducir la apariencia de algunas manchas oscuras.
Para preparar una mascarilla eficaz para las manchas en la cara es necesaria una cucharadita de cúrcuma en polvo, una cucharada de yogur natural sin azúcar y una cucharada de miel.
En un tazón pequeño, se mezcla la cucharadita de cúrcuma en polvo, la cucharada de yogur natural y la cucharada de miel hasta obtener una pasta uniforme que se aplica sobre la cara previamente limpia y se deja actuar por entre 15 a 20 minutos.
Durante este tiempo, es posible sentir una ligera sensación de calor o picazón debido a la cúrcuma, pero esto es normal. Si se siente una irritación extrema o molestias, la mascarilla debe retirarse de inmediato.
Pasado el tiempo la mezcla aplicada se remueve con un pañito húmedo o con agua tibia para finalizar aplicando una crema hidratante suave y protector solar. Este proceso se repite dos o tres veces por semana, con la precaución de no exagerar, ya que la cúrcuma puede causar sequedad o irritación si se usa con demasiada frecuencia.