Por: Manuela Parra, Paola Mañunga y Geraldine Otero, del Semillero de Periodismo USC - El País
El ‘pole dance’ se suele relacionar con el mundo nocturno y, en especial, con fines eróticos o ‘streptease’, lo que ha llevado a que sea estigmatizado por la sociedad. Esta prevención hace que hoy en día, muchas mujeres y hombres se vean limitados cuando se inclinan por su práctica como deporte.
“La gente suele ver la práctica de este deporte con tabú y morbo, ya sea por la ropa corta, las figuras o los movimientos que se realizan en el tubo, encasillando al ‘pole’ como un simple baile de seducción, sin tener en cuenta que detrás de él hay mucho más”, afirma Dayana Castaño, profesora de este deporte, dueña de la academia DC Club.
Además de ser asociado con el erotismo, otra razón de su estigmatización puede ser la utilización de ropas muy ligeras al practicarlo. Pero los expertos explican que se debe a que si la piel entra en contacto directo con el tubo, el cuerpo puede adherirse mejor a él.
Este es un deporte como cualquier otro, muy completo y de alto rendimiento que puede practicarse a cualquier edad. Se desarrolla en una barra vertical fija y consiste en sostener el peso del propio cuerpo, haciendo movimientos armónicos, combinados con posturas de baile y figuras de yoga que pueden llegar a quemar alrededor de 400 y 800 calorías por sesión, dependiendo de la intensidad con que se realicen.
Beneficios para la salud
Sin lugar a dudas, adaptar esta disciplina a la vida diaria, proporciona beneficios para la salud física, mental y emocional. Por ejemplo, fortalece los músculos, la densidad ósea, eleva la autoestima y ayuda a reducir el estrés, la depresión y la ansiedad.
El psicólogo Alexander Figueroa explica que “el ‘pole dance’ es un deporte benéfico, pues genera beneficios en el desarrollo músculo-esquelético, el cual se asocia con una sensación de bienestar general por la liberación de neurotransmisores como dopaminas y endorfinas que logran proporcionar seguridad, tranquilidad y bienestar”.
Además de ser un deporte en el que se incrementa el ejercicio muscular y cardiovascular, aumenta la resistencia, la flexibilidad y la fuerza en brazos y piernas, lo que contribuye a la pérdida de grasa y tonificación del cuerpo. Si esta actividad se realiza con frecuencia puede generar cambios notorios de manera rápida.
Paola Cervantes, médico general, coincide en que el baile del tubo es provechoso para la salud física. “La fuerza que se gana al realizar los movimientos ayuda a tonificar los músculos de manera rápida, ya que se trabaja distintas zonas del cuerpo, al igual que la flexibilidad al realizar giros, arcos, entre otros movimientos. Y lo más importante, es un deporte que ayuda como un desintoxicante natural, ya que acelera el metabolismo y elimina toxinas”. Gracias a este deporte muchas mujeres y hombres han encontrado una manera de salir adelante e incluso, trabajar enseñando este deporte.
Liliana Cuero cuenta que empezó a practicar esta disciplina hace más de ocho años como escapatoria de la realidad, y hoy en día, gracias a su avance, se ha convertido en su sustento diario. “Empecé a practicar ‘pole’ porque quería distraer mi mente en algo que me ayudara, y al mismo tiempo, me fortaleciera físicamente. Una amiga me contó del deporte, pero la verdad me daba miedo qué pensaran de mí mis familiares y amigos”.
Gracias a su experiencia en el ‘pole dance’, se le presentó la oportunidad de trabajar como profesora en una academia y no lo pensó dos veces. “Cuando me subo al tubo se me olvida todo, siento que somos uno. Ha sido el mejor trabajo que he tenido, lo disfruto mucho porque es lo que más me gusta hacer. Aparte, es gratificante ver como al igual de lo que me pasó a mí, el deporte hace que mis alumnas se amen a sí mismas”.
Tipos de ‘pole dance’
Alrededor de este deporte se despliegan varias modalidades, entre las cuales se encuentran:
Pole Sport: tiene un fin deportivo. En este se realizan figuras y giros en el tubo en pro de la salud física.
Pole Exotic: su objetivo es sobre todo erótico. El baile con el tubo se centra en la sensualidad y la elegancia.
Pole Fitness: se enfoca en la mejora de la condición física por medio de la coordinación, flexibilidad y resistencia.
Pole Art: es la forma más artística del deporte, donde el bailarín hace una combinación entre figuras y coreografías con música.
Desafiando estigmas
Normalmente, se cree que para los hombres, el ‘pole dance’ no beneficia su imagen y que solo lo practican quienes buscan un fin sexual o provocativo. Daniel Martínez fue objeto de comentarios negativos cuando inició en este deporte. “Me dejaba llevar del qué dirán, pues creía y me decían que era un deporte únicamente para mujeres, porque cuando un hombre muestra su lado sensual, lo tildan de afeminado”.
Estas prevenciones pueden tener un origen cultural o religioso. Liliana Delgado, servidora de la iglesia católica Santa Rita, por ejemplo, comenta que nadie debería practicar el ‘pole dance’ “Desde que tengo memoria, eso lo practican las mujeres de la noche y los homosexuales, para ganar dinero a través de un acto de seducción para los hombres lujuriosos y fornicadores. Las mujeres debemos ser más recatadas”.
Quienes desafían los estigmas, como Daniel Martínez, han encontrado enormes beneficios en el ‘pole dance’.
“Yo al comienzo no tenía tan buen agarre en mis manos y piernas porque no tenía mucha fuerza, por lo que me caía fácilmente o no podía realizar las figuras que más necesitaban de resistencia y me resbalaba, pero empecé a exigirme más y ahora tengo más fuerza”, comenta este estudiante de derecho.
No me arrepiento de haberme arriesgado, continúa Martínez, porque físicamente me ha favorecido mucho este deporte, mi abdomen se ha empezado a marcar, mis manos y brazos están más fuertes, resistentes y tonificados, y ahora soy más flexible.
Además, comenta, he notado que a lo largo de mi proceso he adquirido hábitos saludables que me han permitido sentirme mejor conmigo mismo en la parte física y emocional
Mi invitación a las personas, remata, sería que dejen de lado el estigma que se tiene y se regalen la oportunidad de practicar el ‘pole dance’, estoy seguro de que van mejorar en cada aspecto de su vida.
Igual de contenta y agradecida por los beneficios que ha recibido con la práctica de esta disciplina está July Zapata, alumna de la academia DC Club, quien comenta que cuando inició esta actividad, “solía sentir pena y mucho temor a la hora de realizar figuras en el tubo, poco a poco pude soltarme y disfrutar del deporte, encontrando así confianza en mí misma tanto en la parte física, como en la parte emocional”.
Por su parte, la instructora Dayana Castaño afirma: “Es muy grato para mí ver cómo mis alumnos avanzan y crecen en este deporte, ver cómo llegan inseguros, dudando de sus cualidades, de lo que pueden hacer con su cuerpo y ver en lo que se convierten, es algo maravilloso”.
Explorar, practicar y liberarse del tabú puede hacer que el ‘pole dance’, en un corto futuro, termine por imponerse y se convierta en un deporte popular que sea visto con total normalidad.