No es extraño ver personas constantemente masticar hielo, un hábito que se ha vuelto frecuente, a veces por las fuertes temperaturas en el día, o también simplemente por placer, vicio, etcétera.
¿Qué beneficios trae masticar hielo?
Algunas organizaciones como Mayo Clinic y Colgate, entre otras, no recomiendan masticar hielo debido a los pocos aportes que hace al organismo humano, y a la cantidad de contraindicaciones.
Asimismo, lanzaron una alerta por enfermedades en el evento de que esta práctica se convierta en una obsesión.
Consecuencias de masticar hielo
Entre otras se encuentra el desgaste del esmalte dental que provoca hipersensibilidad crónica.
Asimismo, lesiones en las encías, fractura dental, al tiempo que las caries y bacterias bucales también tienen otras repercusiones.
Adicionalmente, genera estomatitis que es inflamación de la boca y los labios, así como glositis e inflamación aguda o crónica de la lengua.
¿Masticar hielo es tener deficiencia de hierro?
Como se sabe, la anemia es una enfermedad que se presentan cuando no hay suficientes glóbulos rojos sanos para transportar un nivel adecuado de oxígeno a los tejidos del cuerpo. Desde allí surge el término “pica” que describe el deseo intenso de comer y masticar sustancias sin valor nutricional, como hielo, arcilla, tierra o papel.
El masticar hielo, se conoce como pagofagia, y a menudo se relaciona con una deficiencia de hierro independientemente de si se padece o no anemia.
Pero también este tipo de enfermedad tiene variaciones y cada una tiene su propia causa.
Síntomas de la anemia
Algunos de los síntomas de esta enfermedad son: sentirse débil o cansada a menudo, dolores de cabeza, problemas para concentrarse o pensar, irritabilidad, pérdida de apetito, entumecimiento y hormigueo de las manos y pies, color azul en la esclerótica de los ojos, uñas quebradizas, deseo de ingerir hielo u otras cosas no comestibles (síndrome de pica), mareo al ponerse de pie, color de piel pálido, dificultad para respirar tras actividad leve o incluso en reposo, lengua adolorida o inflamada, úlceras bucales, sangrado menstrual anormal o más abundante en las mujeres y pérdida del deseo sexual en los hombres.