El metabolismo es el conjunto de procesos químicos y biológicos que ocurren en el cuerpo para convertir los alimentos que se consumen en energía que el organismo utiliza para llevar a cabo diversas funciones como respirar, moverse, digerir los mismos alimentos y mantener en general las funciones celulares.

Estos procesos habitualmente se componen de dos principales: el catabolismo y el anabolismo. El primero consiste en descomponer las moléculas más grandes en componentes más pequeños, liberando energía en el proceso. Esto ocurre durante la digestión y la degradación de los nutrientes.

Después de cierta edad el metabolismo de una mujer es más lento. | Foto: Getty Images

Por otra parte, el anabolismo construye moléculas más grandes a partir de componentes más pequeños, utilizando energía. Esto incluye la síntesis de proteínas, lípidos y otras moléculas esenciales para el funcionamiento celular.

El metabolismo basal (TMB) es la cantidad de energía que el cuerpo necesita para realizar funciones básicas mientras está en reposo, como mantener la temperatura corporal y las funciones cardíacas y respiratorias.

Factores como la edad, el sexo, el tamaño corporal y la composición corporal influyen en su rango y es importante que esté en buen estado porque regula la cantidad de energía disponible y mantiene las funciones vitales. Un metabolismo eficiente ayuda a mantener un peso corporal saludable y proporciona la energía necesaria para realizar actividades diarias y ejercicio.

El metabolismo puede acelerarse o desacelerarse por varias razones:

  • Factores genéticos: algunas personas tienen un metabolismo naturalmente más rápido debido a la genética.
  • Edad: el metabolismo tiende a disminuir con la edad debido a la pérdida de masa muscular y cambios hormonales.
La actividad física influye sobre la velocidad del metabolismo.
  • Composición corporal: el músculo quema más calorías que la grasa, por lo que tener más masa muscular puede acelerar el metabolismo.
  • Actividad física: el ejercicio regular puede aumentar el metabolismo, especialmente si incluye entrenamiento de fuerza.
  • Hormonas: cambios hormonales, como los relacionados con la tiroides, pueden influir en el metabolismo.

De igual manera, en este tipo de consideraciones está la alimentación. Algunos productos pueden ayudar a acelerar el metabolismo, aunque es importante tener en cuenta que el impacto de estos factores puede ser relativamente pequeño en comparación con otros aspectos.

Algunos alimentos como los ricos en proteínas y los picantes, pueden aumentar el gasto energético debido al efecto térmico, lo que significa que el cuerpo gasta calorías adicionales durante la digestión y el procesamiento de estos.

De igual manera, un metabolismo más rápido puede ayudar a mantener un peso corporal saludable o a perder peso si se consume la cantidad adecuada de calorías. Sin embargo, es importante equilibrar la alimentación y el gasto calórico para lograr un déficit calórico controlado y sostenible en caso de querer perder peso.

Algunos alimentos ricos en fibra pueden aumentar la tasa metabólica debido a la energía requerida para digerir y absorberla, así como ayudan a aumentar la sensación de saciedad y controlar el apetito. Esto puede influir indirectamente en la cantidad de calorías consumidas a lo largo del día.

Los alimentos que se consumen diariamente tiene repercusiones en el organismo. | Foto: Getty Images

Es importante tener en cuenta que, si bien algunos alimentos y hábitos pueden tener un impacto en la aceleración del metabolismo, no hay “alimentos milagrosos” que cambien drásticamente la tasa metabólica en sí. Los cambios en el metabolismo son más efectivos y sostenibles cuando se combinan con una alimentación equilibrada, actividad física regular y hábitos de estilo de vida saludables en general.

Aparte de esto, las implicaciones de la aceleración del metabolismo pueden variar entre individuos y dependen de diversos factores como la genética, el estado de salud y la composición corporal. Siempre es recomendable consultar a un profesional de la salud o a un dietista registrado antes de realizar cambios significativos en la alimentación o el estilo de vida, especialmente si se tiene un objetivo específico, como la pérdida de peso o la mejora del metabolismo.