Algunas personas, en principio y antes de tener una mascota en casa, piensan mucho en las responsabilidades que esto conlleva, que si bien sí son muchas, no terminan de ser comparables con el beneficio que posteriormente traerá para la vida del dueño y de quienes compartirán con el animal en el día a día.

Entre los aspectos más relevantes de tener un perro o gato está la mejora de la salud mental, pues al poder filtrar ciertos tipos de emociones, pensamientos y situaciones con la mascota, esta ayudará a darles un mejor manejo.

Entre los aspectos más relevantes de tener un gato está la mejora de la salud mental. Foto: Raúl Palacios / El País

De acuerdo con expertos, una mascota también estimula mayor actividad física en las personas y un mejor estilo de vida.

En el caso de los perros, estos pueden llegar a reducir la ansiedad en los humanos; asimismo, también se estudian los beneficios de estos animales en jóvenes internados en psiquiátricos con trastornos del espectro autista (TEA).

Según el estudio Kardiozive Brno 2030, una mascota puede ayudar a conservar la salud del corazón, especialmente cuando se trata de un perro.

“El trabajo examina la relación entre tener una mascota y los factores de riesgo para enfermedades cardiovasculares y la salud cardiovascular misma. Los resultados se publicaron en Mayo Clinic Proceedings”, indica el análisis.

El estudio también estableció los valores basales de salud e información socioeconómica de más de 2 mil participantes de la ciudad de Brno en la República Checa, entre enero de 2013 y diciembre de 2014. Luego, se programaron evaluaciones de seguimiento a intervalos de 5 años hasta el año 2030.

En la evaluación del año 2019, el estudio analizó a 1.769 personas sin antecedentes de enfermedad cardíaca y les asignó una puntuación basada en las conductas y los factores de salud ideales, según lo resume la Asociación Americana del Corazón y que son: índice de masa corporal, alimentación, actividad física, tabaquismo, presión arterial, glucosa sanguínea y colesterol total.

El estudio indica que quienes tienen perros aumentan su actividad física y mejoran su estilo de vida.

La investigación comparó las puntuaciones en salud cardiovascular de quienes tenían mascotas frente a quienes no. Luego, compararon a los dueños de perros con los dueños de otras mascotas y con quienes no las tenían.

“En general, el informe de quienes tenían alguna mascota era de más actividad física, mejor alimentación y un nivel ideal de glucosa en sangre. Los más beneficiados de tener una mascota fueron los dueños de perros, independientemente de su edad, sexo y nivel de educación”, explicó la doctora Andrea Maugeri, investigadora del Centro Internacional para Investigación Clínica del Hospital Universitario Santa Ana de Brno y de la Universidad de Catania en Sicilia, Italia.

El estudio demuestra una relación entre tener un perro o gato, y la salud cardíaca, lo que coincide con la declaración científica de la Asociación Americana del Corazón respecto a los beneficios de ser dueño de un animal doméstico en cuanto a actividad física, participación y reducción del riesgo para enfermedades cardiovasculares.

La doctora Andrea Maugeri dice que los resultados del estudio respaldan la idea de que la gente puede adoptar, rescatar o comprar una mascota como una posible estrategia para mejorar su salud cardiovascular, siempre y cuando el hecho de tener una mascota los lleve a adquirir un estilo de vida de mayor actividad física.

Los gatos, a diferencia de los perros, son reconocidos por su naturaleza más independiente y selectiva en cuanto a la interacción con las personas. No suelen permitir que los acaricien o se acerquen fácilmente a ellos, y son capaces de defenderse con sus garras afiladas si se sienten amenazados.

Los perros suelen vivir en promedio alrededor de 12 años, mientras que los gatos tienen una esperanza de vida promedio de 15 años. Foto: Getty Images. | Foto: Getty Images

Precisamente, estas características contribuyen a que los gatos tengan una esperanza de vida mayor que la de los perros. Mientras que los perros suelen vivir en promedio alrededor de 12 años, los gatos tienen una esperanza de vida promedio de 15 años. Esta diferencia puede atribuirse a diversos factores, como el tamaño y las características genéticas de cada especie, así como también al cuidado y la atención médica que reciben.