Si bien envejecer es un proceso natural y biológico al que ninguna persona escapa, hay hábitos que provocan que esta situación se presente de manera rápida y acelerada. Beber mucha agua, comer sano y hacer ejercicio, son prácticas que no deberían faltar en el día a día de ninguna persona, sea joven o mayor.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) define el envejecimiento como la acumulación de una gran variedad de daños moleculares y celulares a lo largo del tiempo, que lleva a un descenso gradual de las capacidades físicas y mentales y a un mayor riesgo de presentar enfermedades.

Aunque los signos de la edad comienzan a reflejarse y se evidencian de manera clara en la piel, en general, el organismo se expone al envejecimiento prematuro. En el caso puntual de la piel, las arrugas y líneas de expresión, que ponen en evidencia el avance de los años, son consecuencia de la disminución hormonal que afecta a las células y a la producción de colágeno y elastina, precisa una publicación de la revista Muy Saludable, de la compañía Sanitas (España).

Sin embargo, también pueden ser el resultado de otros aspectos como malos hábitos de vida, la contaminación, la exposición indebida al sol y el estrés, que son factores que provocan un envejecimiento acelerado de las personas. Existen algunas malas prácticas que generan que el ADN de las personas envejezca. Estas son algunas de ellas.

El consumo de ciertas frutas puede ayudar a combatir la pérdida de memoria que se da producto de la vejez. | Foto: Copyright Dazeley

1. No hacer ejercicio: El portal Saber Vivir de España refiere un estudio de la Universidad de California en Estados Unidos, el cual demuestra que las células de las mujeres que se mueven poco son hasta ocho años mayores que las de quienes hacen deporte.

2. Estrés: Una investigación realizada por la Universidad de Yale sugiere que el estrés acelera los cambios químicos que se producen en el ADN a lo largo de la vida y que son los que provocan que las arterias, el cerebro y el resto de órganos envejezcan.

3. Obesidad: Estar pasado de kilos ayuda a que la persona envejezca más rápido. La obesidad es una afección que hace que a los órganos les pasen los años de forma más acelerada que cuando se tiene un peso normal y saludable.

4. No tomar suficiente agua: Muchas personas solo toman agua cuando tienen sed, lo cual genera deshidratación en el cuerpo. Además, según la fundación estadounidense AARP, los mecanismos internos que activan la sed se vuelven menos sensibles a medida que las personas envejecen. Aproximadamente, un 70 % de los adultos entre las edades de 51 y 70 años pueden tener deshidratación crónica, dice Jodi Stookey, epidemióloga nutricional del área de San Francisco, citada por la mencionada fuente. Cuando hay deshidratación, es posible que aumente el riesgo de infecciones urinarias, e incluso puede aumentar la posibilidad de sufrir diabetes, cáncer de vejiga y de colon.

tomar agua durante el día es beneficioso para la salud. | Foto: Jamie Grill Photography

Hábitos que sí se deben mantener:

Realizar ejercicio

Cuando se ejercita el cuerpo se promueve el equilibrio orgánico y se gana más vitalidad y energía. La práctica de actividad física garantiza una mejor calidad en el sueño y una mayor circulación de oxígeno dentro del cuerpo. La Universidad de Harvard menciona que ejercitar el cuerpo aumenta los niveles de dopamina en el cerebro, lo que ayuda a que el estado de ánimo de una persona mejore. El medio sugiere caminar unos 30 a 40 minutos al día y hacer estiramientos o ejercicios suaves en casa. La intensidad y variación de los ejercicios dependerá de la edad de la persona.

Alimentarse de manera saludable

La alimentación es la manera más adecuada para prevenir cualquier tipo de enfermedades. Además, consumir alimentos con un bajo índice glucémico puede ayudar a mantener la energía por más tiempo contrario a lo que sucede con los alimentos o productos que están cargados de azúcar.

La alimentación saludable es esencial para mitigar la vejez. | Foto: Getty Images

Algunos alimentos con un índice glucémico bajo son los cereales integrales, las verduras ricas en fibra, los frutos secos y aceites saludables como el aceite de oliva extra virgen. También es importante consumir entre ocho a diez vasos de agua al día esto para la evitar la fatiga que se produce cuando el cuerpo está deshidratado.