La memoria es una parte esencial en la vida diaria de las personas, por lo que su preservación es clave para mantener un envejecimiento saludable. Sin embargo, existen ciertos hábitos cotidianos que pueden dañar la memoria de manera significativa. En este artículo, le contamos sobre cinco de estos hábitos perjudiciales y algunos consejos sobre cómo prevenir el deterioro cognitivo.

Descubra algunos hábitos comunes que pueden afectar de gran manera a la memoria. | Foto: Getty Images

1. Mala Alimentación: el impacto de los alimentos en la memoria

Una mala alimentación puede tener un impacto negativo en la memoria y la salud cerebral en general. Cada vez se comprende mejor la conexión entre el cerebro, el intestino y la memoria. Expertos como Uma Naidoo, psiquiatra nutricional de la Universidad de Harvard, señalan que una dieta desequilibrada y rica en alimentos perjudiciales para el cerebro puede acelerar el deterioro cognitivo.

Los alimentos perjudiciales para la memoria incluyen azúcares añadidos, alimentos ultraprocesados, comida rápida, grasas trans, sal en exceso, carbohidratos de alta carga glucémica y nitratos presentes en productos como las salchichas. Por el contrario, se recomienda algo similar a la dieta mediterránea con verduras de hojas verdes, huevos, aguacate, pescado, entre otros alimentos.

2. Sedentarismo: mantenga su cuerpo y mente en movimiento

El sedentarismo, la falta de actividad física, puede acelerar el deterioro de la memoria relacionado con la edad y aumentar el riesgo de demencia y Alzheimer. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la actividad física mejora las habilidades de razonamiento, aprendizaje y juicio. Es importante incorporar el ejercicio regular en su rutina diaria para mantener su cerebro en forma.

3. Soledad: conexiones sociales y salud mental

La soledad también está vinculada al riesgo de Alzheimer. Numerosos estudios han encontrado una relación entre la soledad y la disminución de la memoria y la función cognitiva deficiente en general. Por ejemplo, la Fundación Pasqual Maragall destaca que relacionarse con otras personas mantiene activas las conexiones neuronales y contribuye al bienestar mental.

4. Estrés: el impacto del estrés en la memoria

El estrés y la salud emocional inestable son factores de riesgo para la pérdida de memoria. Expertos de la Clínica Mayo advierten que el estrés, la ansiedad o la depresión pueden causar olvidos, confusión, dificultad para concentrarse y otros problemas que afectan las actividades diarias. Manejar el estrés a través de técnicas de relajación o la búsqueda de apoyo psicológico puede ser beneficioso para la memoria y el bienestar mental.

El estrés puede influir de gran forma en la pérdida de la memoria. | Foto: Getty Images

5. Tabaquismo: un hábito que afecta la memoria

El tabaquismo no solo está relacionado con problemas de salud física, como el cáncer de pulmón y enfermedades cardíacas, sino que también tiene un impacto significativo en la memoria. Un estudio realizado por el Instituto de Investigación Genómica Traslacional de Arizona reveló que fumar daña el aprendizaje verbal y la memoria, especialmente en las mujeres, quienes también son más propensas al Alzheimer.

¿Cómo proteger su memoria y salud cerebral?

La memoria es un activo invaluable en la vida diaria, y es fundamental cuidarla. Evitar los hábitos perjudiciales como una mala alimentación, el sedentarismo y el tabaquismo, además de las situaciones de soledad y estrés es esencial para preservar la memoria y mantener un cerebro saludable.

El tabaquismo es otro factor perjudicial para la salud en general y por supuesto, para la pérdida de la memoria. | Foto: Getty Images

Además de evitar estos malos hábitos, es importante controlar los factores de riesgo cardiovascular, como la diabetes, la hipertensión y el colesterol elevado, ya que pueden afectar la memoria. Mantener el cerebro activo a través del aprendizaje constante, la participación en actividades intelectuales desafiantes y un sueño reparador también son medidas clave para proteger la memoria.

En resumen, cuidar de su memoria y salud cerebral implica una combinación de hábitos de vida saludables que incluyen una dieta equilibrada, actividad física regular, conexiones sociales, gestión del estrés y evitar el consumo de tabaco y alcohol en exceso.