La enfermedad del hígado graso se presenta, como su nombre lo indica, cuando la grasa se acumula en este órgano, que tiene entre sus funciones filtrar sustancias dañinas de la sangre y procesar nutrientes de alimentos y bebidas.

El exceso de grasa en el hígado puede generar inflamación, lo que a su vez puede dañarlo y crear cicatrices. Según el portal Healthline, en casos graves, esta cicatrización puede llevar a la insuficiencia hepática. Cuando este padecimiento se da en una persona que bebe mucho alcohol, se conoce como enfermedad del hígado graso por alcohol.

Esta afección es considerada por muchos especialistas una enfermedad silenciosa, debido a que muchas personas no experimentan ningún síntoma, incluso si ya está avanzada. Sin embargo, puede agrandar el hígado. Cuando esto ocurre, puede causar dolor o malestar en la parte superior derecha del abdomen, que es el área entre las caderas y el pecho, precisa el medio especializado en información de salud Medical News Today.

Esta afección es considerada por muchos especialistas una enfermedad silenciosa. | Foto: Getty Images
El hígado graso es la acumulación de grasa en este órgano. | Foto: Getty Images

La alimentación es clave para cuidar la salud de este órgano. MedlinePlus asegura que es importante bajar de peso, pues esto puede reducir la grasa, la inflamación y la fibrosis en el hígado. También se debe reducir la ingesta de carbohidratos.

Estos son algunos alimentos que son indicados para prevenir y controlar esta afección, y que de paso ayudan a bajar de peso:

El aguacate ayuda a la salud y a prevenir padecimientos. | Foto: Getty Images

2. Té verde: un estudio encontró que los antioxidantes en el té verde llamados catequinas, ayudaron a disminuir la grasa en el hígado y la inflamación en personas que padecen la enfermedad.

3. Fibra soluble: evidencia científica sugiere que consumir de 10 a 14 gramos de fibra soluble al día ayudaría a reducir la grasa en el hígado, disminuir los niveles de enzimas hepáticas y aumentar la sensibilidad a la insulina.

4. Frutas frescas y naturales: estos alimentos no deben faltar en la dieta para controlar los niveles de grasa en el hígado. Algunas de las más recomendadas son la manzana, pera, piña, durazno, papaya, fresas, mandarina, naranja, limón, ciruela y guanábana.

5. Vegetales frescos como calabacín, rúcula, espinacas, berenjena, lechuga, tomate, cebolla, zanahoria y berro, también resultan favorables, indica el portal de bienestar y salud Tua Saúde.

6. Cereales integrales: el arroz, pan y pasta integrales, así como la quinoa y avena en hojuelas, son buenos para el hígado.

Comer menos

La recomendación de los expertos es que cuando una persona padece de hígado graso debe evitar el consumo de alimentos tales como:

  • Pan blanco y galletas.
  • Gaseosas y jugos de caja.
  • Frituras (comida rápida).
  • Embutidos.
  • Productos con jarabe de maíz alto en fructosa.
  • Productos con azúcar añadido.
  • Aceites industriales.