Permanecer mucho tiempo quieto, sin realizar ningún tipo de ejercicio físico, es perjudicial para la salud. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), llevar un estilo de vida sedentario aumenta las posibilidades de muerte entre un 20 % y 30 %.
La OMS define la actividad física como “cualquier movimiento corporal producido por los músculos esqueléticos, con el consiguiente consumo de energía”. Realizar ejercicio ya sea moderado o intenso mejora las condiciones de salud.
De hecho, de acuerdo con Sean O’Mara, profesor de investigación experimental del cerebro, en su libro In Praise of Walking, señaló que una caminata ayuda a bajar de peso, mejorar la memoria e incluso calmar el estrés.
De acuerdo con el experto, caminar resuelve buena parte de los problemas derivados de la vida sedentaria, como la obesidad y los dolores de espalda. En ese sentido, explica que cuando un individuo se sienta, todo el peso del tronco se concentra en la parte baja de la espalda. “Por eso el dolor lumbar se ha vuelto un problema común. La gran sorpresa es que el remedio es pararse y caminar”, dice.
También ayuda a prevenir la hipertensión, a mantener un peso corporal saludable y puede mejorar la salud mental, la calidad de vida y el bienestar.
Por el contrario, llevar un estilo de vida sedentario afecta de diversas formas al cuerpo. La Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos asegura que no practicar ejercicio hace que la persona queme menos calorías, lo que incrementa las posibilidades de subir de peso; pierde masa muscular y resistencia, porque no usa con frecuencia los músculos y los huesos se debilitan y pierden algo de su contenido mineral.
El impacto que tiene una caminata simple en la vida de una persona:
- Mantener un peso saludable y perder grasa corporal
- Prevenir o controlar diversas afecciones, como las enfermedades cardíacas, los accidentes cerebrovasculares, la hipertensión arterial, el cáncer y la diabetes tipo 2.
- Mejorar el estado cardiovascular.
- Fortalecer los huesos y los músculos.
- Mejorar la resistencia muscular.
- Aumentar los niveles de energía.
- Mejorar el estado de ánimo, la cognición, la memoria y el sueño.
- Mejorar el equilibrio y la coordinación.
- Fortalecer el sistema inmunitario.
- Reducir el estrés y la tensión.
Así mismo, caminar estimula la creatividad, el pensamiento crítico y el ánimo, y puede ayudar a aliviar la depresión. Esto se debe a que la característica de andar erguidos evolucionó para promover la cohesión y la conexión entre personas de un grupo.
Los especialistas de Mayo Clinic aseguran que cuanto más rápido, más lejos y con más frecuencia camine la persona, mayores serán los beneficios. Por ejemplo, una de las recomendaciones es comenzar como un caminante promedio, y luego trabajar para caminar más rápido y recorrer determinado tramo en un menor tiempo.
“Esta puede ser una gran manera de realizar actividad aeróbica, mejorar la salud del corazón y aumentar tu resistencia mientras quemas calorías”, precisa la mencionada fuente.
Otro de los trucos es alternar periodos de caminata rápida con unas más tranquilas. Este tipo de entrenamiento por intervalos tiene muchos beneficios, como mejorar el estado cardiovascular y quemar más calorías que la marcha normal. Y el entrenamiento por intervalos puede realizarse en menos tiempo que la caminata regular.
De acuerdo con los expertos, cuando una persona ha sido sedentaria, debe comenzar lentamente a realizar ejercicio y puede adicionar actividad de manera gradual, sin que esto la abrume. Lo ideal es hacer lo que pueda, sin excederse. Hacer poca actividad física es siempre mejor que nada.