Este alimento es uno de los más conocidos y versátil debido a que se puede incluir en varias recetas y contiene múltiples propiedades y beneficios que optimizan el funcionamiento del cuerpo. Se trata de las fresas, que se pueden comer solas, con nata, en batido, en ensaladas, con chocolate y de muchas formas más, que caerán bien.
Sin embargo, muchas personas no conocen sus otras bondades, y es que además de su buen sabor, las fresas tienen muchas características que la convierten en un alimento poderoso.
Fresas y enfermedades cardiovasculares
Por ejemplo, la fresa no solo beneficia la presión arterial, sino que también desempeña un papel importante en la reducción del colesterol. Cabe resaltar que el colesterol alto es uno de los factores de riesgo que más incide en las enfermedades cardiovasculares.
Por lo tanto, consumir fresas regularmente puede ayudar a abordar esta preocupación de manera natural. La fresa contiene un alto porcentaje de fibra soluble, que ayuda a reducir los niveles de colesterol LDL, conocido como colesterol malo. Así, la pectina presente en las fresas actúa como una especie de esponja en el sistema digestivo, atrapando el exceso de colesterol y eliminándolo del cuerpo.
Estas son las características de las fresas
Algunas de sus principales propiedades son:
- Que es rica en antioxidantes y minerales como manganeso, magnesio y potasio
- Ayudan a reducir el colesterol y el riesgo de hipertensión gracias a las antocianinas
- Tiene vitamina C, B2, B3 y ácido fólico
- Es muy rica en fibra
- El 90% aproximadamente es agua
- Es baja en azúcar
Son especialmente bajas en calorías (unas 30 aproximadamente cada 100g), por lo que son recomendadas para controlar o bajar el peso. Y por su capacidad antioxidante, actúa como una fruta anticancerígenas, según un estudio de la Universidad de Ohio, en el que demostraron que la ingesta de esta fruta ayudó a disminuir en un 50% la aparición de tumores.
Además, ayudan a prevenir la aparición de enfermedades cardiovasculares, hipercoloesterolemia, arteroesclerosis, mejoran nuestra capacidad antiviral, retrasan el envejecimiento cerebral y ayudan a prevenir el alzheimer. En cuanto a las personas con diabetes, las fresas ayudan a prevenir los riesgos de la diabetes tipo 2.
Hay que destacar, respecto a la dieta de las personas con diabetes, que las fresas tienen un índice glucémico de 25, por lo que su consumo no causará picos en los niveles de glucosa en sangre.
Las fresas son ricas en vitamina C, folato, fibra y manganeso, por lo que fomenta un sistema inmune saludable, ayuda a sanar las heridas y a absorber el hierro. También son una buena fuente de vitamina K y magnesio, haciéndolas ideales para la correcta coagulación de la sangre y para reforzar el rendimiento físico.
¿Cuáles son los beneficios de las fresas?
La fresa ofrece un sinnúmero de beneficios para la salud, ya que, además de ser una de las frutas más consumidas en el mundo. Cabe destacar, que entre los aspectos a resaltar es su capacidad para regular la presión arterial y los niveles de colesterol en el cuerpo.
Esta fruta es rica en hierro, al igual que la frambuesa y la grosella. En un puñado de fresas se puede adquirir un 17% de hierro y un 9% de magnesio, potasio, calcio, fósforo, manganeso, silicio y cobre. Además, posee vitaminas C, K y ácido fólico.
Varios estudios científicos han demostrado que consumir fresas de forma regular puede tener un impacto positivo en la presión arterial, esto se debe a su contenido de compuestos bioactivos, como los polifenoles, que tienen propiedades antioxidantes y antiinflamatorias que ayudan a mejorar la función de los vasos sanguíneos y reducir la presión arterial.