El cuerpo humano tiene dos riñones, cada uno aproximadamente del tamaño de un puño. Su principal función es filtrar la sangre, por lo que se encargan de eliminar los desechos y el exceso de agua a través de la orina. Además, mantienen el equilibrio químico del organismo, ayudan a controlar la presión arterial y a producir hormonas.
La enfermedad renal crónica aparece cuando los riñones están dañados y no pueden filtrar la sangre como deberían. El portal Medline Plus indica que la diabetes y la hipertensión arterial son las causas más comunes de enfermedad renal crónica.
Para cuidar los riñones es importante tomar varias medidas, como elegir alimentos con menos sal, controlar la presión arterial y mantener el nivel de azúcar en la sangre bajo control. Elegir alimentos saludables para el corazón, hacer actividad física, no fumar y limitar la cantidad de alcohol también es clave.
Precisamente sobre el consumo de alcohol, un estudio científico confirma que el consumo desmedido de esta clase de bebidas afecta la capacidad de filtración del sistema renal, pues generan una sobrecarga tóxica para los riñones y degrada el metabolismo hepático.
Al ingerir licor también se produce una alteración de la liberación de las hormonas que regulan el equilibrio de agua y minerales, proceso que se complica al disminuir la irrigación sanguínea al riñón.
¿Qué bebidas dañan los riñones?
En general cualquier bebida alcohólica puede afectar a la capacidad funcional de los riñones. No obstante, el daño depende del grado de alcohol y también de las cantidades que se consumen. Además de las bebidas alcohólicas, los refrescos, bebidas energéticas y zumos afectan el sistema renal.
De acuerdo con el portal Quironsalud, estas bebidas suelen dar una sensación engañosa de hidratación, pero en realidad tienen un alto contenido en azúcares, lo que puede descontrolar el nivel de azúcar en la sangre. A largo plazo, el consumo de alcohol favorece la aparición de la diabetes, enfermedad que deteriora de una forma grave los riñones.
¿Qué sucede en los riñones?
El alcohol puede provocar un desequilibrio en el mecanismo de filtrado, pues inhibe la secreción de la hormona antidiurética secretada por la glándula pituitaria, que se encarga de reabsorber agua por parte del riñón.
Si esta hormona no circula por la sangre, los receptores del riñón a nivel del túbulo colector están inhibidos y, por esa razón, el agua que llega a esa porción renal se reabsorbe y se elimina la mayor parte del agua que llega a esta porción del riñón y llega a la vejiga con la consiguiente necesidad de orinar en mayor cuantía.
A esto se suma el efecto diurético del alcohol, que acentúa el efecto de la deshidratación. Además, beber alcohol en grandes cantidades puede provocar un síndrome de necrosis tubular aguda, que puede derivar en insuficiencia renal aguda e incluso en enfermedad renal crónica.
¿Cuánto tarda el riñón en filtrar el alcohol?
La eliminación renal del alcohol es muy lenta. De hecho, solo se elimina un 1 % del alcohol por los riñones, lo que realmente hacen los riñones es eliminar el metabolismo del alcohol generado por el hígado que es el que lo metaboliza e inactiva.
Entre las posibles consecuencias que el consumo de alcohol puede tener para los riñones están la poliuria (diuresis aumentada), alteraciones electrolíticas, riesgo de fracaso renal agudo e incluso de enfermedad renal crónica.
También existen evidencias de que su consumo incide en la aparición de urolitiasis (cálculos renales) e infecciones urinarias. El consumo de alcohol en grandes cantidades o durante años además puede generar síntomas de un dolor de los riñones justo después de consumirlo.