La piña es un alimento que todos deberían incluir en dieta diaria, gracias a sus beneficios y propiedades.
Esta fruta, que es originaría de Suramérica, y que crece en zonas tropicales, se caracteriza por su sabor dulce y cítrico, por poseer un color amarillo claro y una textura suave y acuosa.
La piña es valorada en la gastronomía de numerosos países y es una fruta tan enriquecida que, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), cerca de 1.7 millones de vidas podrían salvarse si aumentaran la ingesta de frutas y verduras, las cuales son esenciales para tener una dieta saludable.
Las cifras demuestran que los habitantes de países de bajos recursos comen menos de 100 gramos de frutas y verduras, lo que los lleva a estar más expuestos a desarrollar tumores, a sufrir accidentes cerebrales, entre otros padecimientos.
Para la OMS, un consumo diario suficiente de ellas contribuiría a prevenir enfermedades importantes, como las cardiovasculares y algunos tipos de cánceres.
Unas rebanadas al desayuno, un jugo al almuerzo sin azúcar y algo de mermelada casera con pan para la cena, serían una opción ideal en la dieta diaria.
Excelente para la sangre
La piña contiene bromelina, una enzima con amplias bondades medicinales, como por ejemplo en la digestión. Esto se debe a que tiene la virtud de fragmentar las proteínas y convertirlas en aminoácidos, lo que favorece dicho proceso.
La bromelina además previene la coagulación de la sangre y la acumulación de colesterol en las arterias, tal y como lo señala una investigación publicada en Biotechnology Research International.
Cabe mencionar que el colesterol es una sustancia parecida a la grasa que, de llegarse a acumular en la sangre, puede ocasionar placas en las paredes de las arterias, dificultando la normal circulación de la misma.
A esto se suma que la piña tiene importantes porcentajes de potasio, compuesto que tiene un efecto vasodilatador, lo que asegura una mejor circulación sanguínea.
Adicionalmente, este mineral regula los niveles de sodio en el cuerpo, facilitando su expulsión y ayudando en el control de la presión arterial.
Otro de sus beneficios es que contribuye a reducir los riesgos de trombosis, esto no solo gracias a la bromelina, sino a sus antioxidantes.
Su consumo regular ejerce una actividad fibrinolítica, lo que reduce el riesgo de que se presenten embolias.
Mejora la digestión
La fibra, ya sea de frutas o verduras, no se disuelve en el agua durante el proceso de digestión, sino que acompaña a los alimentos procesados, acelerando su paso por el estómago y los intestinos.
La bromelina también promueve la eliminación de parásitos y microorganismos.
Vitamina C
La piña tiene una alta cantidad de vitamina C, lo que facilita la absorción de otras vitaminas y minerales y previene enfermedades cardiacas, diabetes, alzhéimer y demencia.
La Fundación Española de la Nutrición asegura que la bromelina inhibe la formación de nitrosaminas, que es una de las causas conocidas del cáncer de estómago, de esófago, páncreas y pulmón.
Desinflama
Los médicos recomiendan que después de la realización de cirugías o de sufrir golpes, quemaduras o caídas, se coma piña, ya que la bromelina ayuda a desinflamar, reduce el dolor y fomenta la recuperación del tejido muscular.
Cuida la piel
Está compuesta en su mayoría de agua, por lo que hidrata e impulsa la eliminación de células muertas. Además nutre el tejido conectivo, es decir, los vasos sanguíneos de la piel, evita el envejecimiento prematuro y le puede ayudar a tener un mejor aspecto físico.
Baja de peso
Al eliminar líquidos y mejorar su digestión, puede que baje de peso con más facilidad sin que por ello deje de brindarle a su organismo vitaminas B1 (tiamina) y B6 (piridoxina), al igual que minerales como el manganeso, hierro y calcio.